Plano corto de Fernando Vallejo

Fernando Vallejo

Con motivo de la inauguración de su nueva serie Zoo-ilógico, expuesta en la sala temporal del Museo de la Naturaleza y el Hombre de Santa Cruz  de Tenerife, su autor, Fernando Vallejo me concedió la oportunidad de conocer al Pintor y la Persona, y como confluyen para mantenernos siempre presentes en todas y cada una de sus exposiciones. Ésta, la cuarta individual.

En las pinturas de Fernando, sentimos “eso” que tiene que tener el Arte, la sensación de querer permanecer ante la obra porque hay algo en ella que nos llama a conversar, a hacernos partícipes de su imagen. El pintor ya mantiene este diálogo cuando se van creando mutuamente. Ella pide, él aporta, y así sucesivamente hasta que la Obra y el artista llegan al acuerdo del fin. Como todos los artistas y personas que sepan algo de arte nos ronda y carcome por la cabeza la expresión “una obra nunca está terminada”. Pero para sentir que la pintura te está transmitiendo ese algo y atrapa tu atención, significa que el autor ha conseguido su equilibrio, y esto es lo que vemos en los cuadros de Vallejo.

El autor me concedió dos entrevistas, esta primera nos ha permitido conocerle y acercarnos un poco más a su paleta. Y,  en la que se publicará el viernes 21 de este mes, tendremos la oportunidad de adentrarnos en su Zoo-ilógica obra.

– ¿Cuándo comenzó su pasión por la Pintura, y la necesidad de expresarse a través de este medio?

“Desde niño viví en mi casa un ambiente cultural propicio a  toda manifestación artística. Mi padre era poeta y filósofo y mi madre una pintora aficionada de gran sensibilidad artística. No era, pues, extraño mi interés por la pintura. Pero cuando realmente sentí la chispa de la pasión, como un enamoramiento, fue a los trece años, mientras observaba con admiración cómo pintaba un retrato de mi madre Teodoro Ríos, que mientras pintaba contaba anécdotas de Cuba y chistes y yo escuchaba  todo ello boquiabierto y mis ojos se encandilaban con la magia de la tridimensionalidad en el lienzo”.

– ¿Hay alguna anécdota que quiera compartir durante sus procesos de investigación o exposiciones?

“Hay muchas anécdotas. Por compartir alguna, voy a señalar dos. Mi primera exposición giró principalmente en torno a mis impresiones en un viaje a Mali. En un poblado, llamado San, me llamaron la atención dos mujeres autóctonas que con un gran mortero molían grano en una batea, debajo de un baobab. Saqué una foto, utilizando zoom, a bastante distancia. No obstante, una de ellas captó que la estaba fotografiando y dando grandes voces se acercó a mí airadamente. Yo traté de explicarle, que había tomado una foto general del paisaje y no una toma directa de ella. Mis explicaciones no la convencieron y sus recriminaciones y aspavientos fueron en aumento, hasta que poco a poco se congregó un gran gentío. Ante esta situación, le ofrecí algunos billetes, pero los iba rechazando, cada vez más ofendida y violenta. Hasta que llegué a una cifra, a la que no pudo resistirse, lo tomó y se retiró, acompañada de las risas, mofa y pitorreo de todo el poblado.

La segunda, se produjo cuando pintaba una serie de cuadros, basados en la joven de la perla de Vermeer. En esa época venía a mi casa a hacer algunas chapuzas un joven cubano, que al ver que en  todos los cuadros aparecía, casi obsesivamente, la misma chica, joven y muy guapa, me preguntó muy serio ¿Oiga Don, y su mujer no está celosa?”.

FV_Ovillos– Sus temáticas son absolutamente `variopintas´…, ¿a la idea de una nueva serie, va primero el ojo y luego el concepto o viceversa?

“Depende del tema y de las circunstancias. Por ejemplo en la exposición sobre África, de la que antes le hablé, no cabe duda que el impacto visual del contraste étnico y cultural fue lo primero. De esa impresión nació la idea de la serie de cuadros. En otros casos, ciertamente la mayoría, como en la exposición “Zoo-ilógico” que ahora presento,  es la idea la que enciende la chispa que motiva el deseo de plasmarla plásticamente. La pintura para mí es una forma  genuina de expresión de un concepto o de un sentimiento, cuando las palabras no son suficientes. Pasa un poco como la poesía, una forma de lenguaje diferente y más intuitivo y, por tanto, más creativo”.

– Ha trabajado sobre diferentes tamaños y materiales…, siempre adecuándolos a sus Obras. ¿Con cual de los materiales se siente más cómodo y cual ha supuesto todo un reto?

“En general no tengo preferencia por un material ni por un medio. He utilizado el óleo, tanto tradicional al aceite,  como al agua, incluso en barras,  el acrílico, la acuarela y la cera. Me falta la encáustica, la resina o la utilización de otras técnicas, como el grabado. El medio e incluso la técnica utilizada con un determinado material, “alla prima”, con veladuras, matérica, empastada, técnica mixta, etc. dependen de muchos factores, principalmente del tema, del efecto que busco en un cuadro determinado y de la inspiración del momento. No me gusta encasillarme, no me gusta ver constreñida mi libertad artística por ningún factor. Si hay algo donde el hombre debe sentirse enteramente libre, debe ser en la creación artística. Incluso se da una interrelación entre el pintor y la obra que está realizando, de manera que es el propio cuadro el que muchas veces demanda un camino en el que al principio no habías pensado. Supongo que pasa como en una novela, que en cierta forma se constituye en autónoma respecto de su autor y es la propia dinámica narrativa quien señala el camino a seguir”.

– ¿Podría nombrarme alguno de sus más admirados autores y la cualidad por la que los destaca?

“No sabría decir unos pocos. Soy un amante de la pintura en casi todas sus manifestaciones. En unos casos por la técnica empleada, en otras por el sentimiento que transmiten, en otras por la idea que expresan. Desde los más clásicos como Leonardo, por su absoluta  perfección, Miguel Angel, Rafael, Piero, etc.,  pasando por Cezanne y otros impresionistas como Monet o Manet,  hasta los más modernos, como Hopper, con sus asombrosos contrastes de sombra y luz, desde la solar hasta la de neón,  o Rothko, por la transparencia del color, o Lucien Freud, por la materialidad de las carnes. Entre todos destacaría a Velázquez y Rembrandt, por su genialidad global. Caso aparte para mí es el de Vermeer, que simplemente me entusiasma por la atmósfera que crea y los efectos lumínicos que logra, recreando la realidad y haciéndola tan íntima, que la convierte en mística”.

– Puesto que éste es un Canal o Medio digital, nos interesaría conocer su opinión sobre como ve el impacto de las nuevas tecnologías, ya sean dispositivos, medios o redes sociales en el entorno de las Artes, en concreto de la pintura.

“Respecto a la influencia de las nuevas tecnologías en las Artes y en concreto en la pintura, pienso que la tecnología siempre ha tenido y seguirá teniendo una influencia esencial en el desarrollo del arte. La falsa idea de que el verdadero pintor es el que dibuja y pinta del natural a mano alzada y sin más auxilio que un carboncillo, pincel y pintura, ha ejercido una influencia muy negativa en la apreciación de muchas manifestaciones artísticas. Piénsese en que diversos recursos técnicos eran utilizados por los artistas desde siempre. Así los diversos métodos para trasladar la imagen al lienzo, desde las perforaciones con punzón y polvo seco, hasta la cuadrícula de Leonardo. Hoy en día se sabe que el salto cualitativo de la pintura gótica a la renacentista se debe fundamentalmente al descubrimiento de las lentes focales y, sobre todo, de la cámara oscura, antecedente de la cámara fotográfica. El artista se auxilia de la técnica, desde la fotografía al cine. Las nuevas tecnologías digitales son un auxilio y un complemento de la realización artística y la utilización conjunta de la técnica y la manufactura, producen una sinergia con resultados magníficos. Soy partidario de las performances, de las instalaciones y vídeo-instalaciones, de la proyección mecánica de pintura (véase Miquel Barceló), de la tecnología digital, etc. Lo importante aquí sí, no en política como propugnaba  Maquiavelo, son los fines y no los medios. Pienso que en pintura lo importante es el resultado final y no los medios empleados. Yo concretamente me apoyo en la fotografía y simulo en photoshop algunas composiciones. Ya lo hacía Tintoretto, construyendo teatrillos para prever el resultado de sus cuadros o los pintores holandeses del siglo XVII con la cámara oscura y otros inventos basados en descubrimientos ópticos; se apoyaban en la fotografía Ingres y los impresionistas, Warhol, Lichtenstein y tantos otros. Utiliza el video Bill Viola y podría citar tantos y tantos ejemplos, que esta entrevista se convertiría en interminable. La pintura siempre aprovechará los avances técnicos para descubrir nuevos caminos que, junto con la imaginación, la loca de la casa, den a luz una nueva forma de expresión artística.

Las nuevas tecnologías, por otra parte, son un medio inestimable de difusión de la cultura, imprescindible para el desarrollo de ésta y para la comunicación del artista con el público”.

14a70e42e9f243d7ba56d2360359d007p_vallejo.jpg