Composición-entrada

“Los animales son los absolutos protagonistas de los estampados del otoño”. Bien podríamos aplicar la cabecera del artículo de la revista Elle a la nueva serie de Obras de Fernando Vallejo, autor cuya entrevista salió el lunes en este espacio.  La exposición Zoo-ilógico parece estar absolutamente de moda.

Antes de bajar las escaleras de la sala temporal del MNH, donde se expone estos días la colección, nos encontramos con un mastodóntico cartel de la exposición. Sólo verlo creí estar dentro de la película Jumanji, así una vez dentro del juego, sólo podía seguir por la madriguera atravesando el espejo.

¿Por qué tanta alegoría, se preguntarán? Y es que ya simplemente por el nombre y el concepto, el juego de palabras con el que Fernando ha bautizado esta última serie…, merece la pena sumergirse en la peculiar irracionalidad de su Zoo.

Cierto es, que los que le conocemos de exposiciones anteriores, nos mueve el deseo, no sólo de ver las nuevas creaciones, sino también la certeza de que nos va a volver a hechizar con los tonos y la gestualidad de su pincelada. No, no nos olvidamos de los púrpuras, los ocres, el azul cobalto de los cielos de África, ni de los brillos de los ojos en los niños, ni en el de la perla de la oreja…

Y, damas y caballeros, lo vuelve a lograr. Tal vez sea la sinestesia del conjunto, las formas, el color, la música, que acertadamente suena de fondo en la sala. La sensación en realidad es, que somos nosotros quienes nos sentimos abrumados por los naturales protagonistas, más que ellos de exponerse en un terreno que no les es propio.

Aparte de las connotaciones que pueda tener la serie de Obras, y que más abajo podrán leer por palabras del propio autor, lo que nos envuelve y fascina es la soltura que ha tenido a la hora de plasmar la idea sobre el lienzo, resolviéndolo con colores que personalmente ya considero característicos de la Obra de Vallejo. Es figurativo, sí. Realista, en algunos más que en otros. Aunque en esta Obra lo que prima es su expresión. Una especie de realismo expresionista que en esta ocasión por la temática raya el absurdo. Un surrealismo, una paradoja mental que sólo el humano puede distinguir. Unos animales que siguen a su aire, con sus costumbres, sin interactuar con el espacio, sin hacerlo tampoco con nosotros, un poco Hopperiano, si me permiten la expresión. Ahí radica la magia en estos lienzos, porque sí, a veces se nos olvida al contemplarlos que lo son. Son cuadros, Obras, que como en los antiguos salones y fiestas parisinas del XVIII vuelven a involucrarnos y a jugar un papel mental.

Gracias Fernando por la experiencia de una nueva serie y de transmitirnos particulares y siempre diferentes sensaciones.

– ¿Cual fue el punto detonante de Zoo-ilógico…, el momento, la sensación de que quería iniciar un nuevo proyecto?. Y por curiosidad…, ¿con que Obra la inició?

La idea que actúa de detonante de una serie no suele ser global  desde el primer momento. Es casi como una gestación, que empieza siendo algo muy pequeño y se va desarrollando paulatinamente. Empecé pintando un cuadro de dos cebras con un fondo de tonos muy cálidos, por puro placer estético, de sus formas y colores. De aquí pasé a la idea de la mera entrada del animal en el ámbito humano, representando éste con simples puertas. Por último, fui complicando los cuadros tanto en el número y variedad de los animales, como en los ámbitos creados por el hombre, como metros, estadios, cines, teatros de ópera, etc.

– Sobre la técnica, ¿cual eligió y por qué?

Desde el punto de vista técnico, he optado por utilizar el medio acrílico, que por la rapidez de su secado, casi instantáneo, permite una pintura más gestual, imprimiendo cierto dinamismo a las escenas. Por otra parte,  la elección de un formato medio-grande de los lienzos me ha permitido pintar a escala casi natural, lo que acentúa la sensación de cercanía de los animales.

Composición

– ¿Siente que ha conseguido plasmar la idea que buscaba transmitir al aunar ambos mundos, el salvaje animal con el cada vez “menos domesticado” humano?

La idea matriz conceptual, de esta exposición, la que le sirve de hilo conductor, es el desconcierto, el desasosiego, el estupor que nos puede producir la intromisión del animal salvaje en los espacios exclusivos creados por el hombre,  que previamente les hemos usurpado, desde la mera aparición a la entrada de esas estancias humanas, a través de una simple puerta, hasta la ocupación del más sofisticado palacio de la ópera.

Claro está que esto entraña un mensaje ecológico más profundo: la urgente necesidad de protección de la biodiversidad y del equilibrio de los diversos ecosistemas de nuestro planeta.

En el desarrollo plástico de esta idea utilizo la analogía, el recurso a lo absurdo e ilógico, el choque visual,  la paradoja del contraste de los contextos animal-humano, la ironía, el juego, la greguería y el humor. Todo ello con un evidente sentido crítico a la actuación del hombre sobre el medio natural.

Pero, por supuesto, quien tiene que interpretar un cuadro no es su creador, sino el espectador que con su visión, siempre enriquecerá el mensaje del cuadro dotándolo de nuevos sentidos, a veces impensados por el artista.

– El día de la inauguración, la exposición de sus Obras ante las miradas ajenas y estar presente al observar la respuesta de éstas…, ¿cómo cree que ha sido la acogida del público ante esta nueva serie?

Una exposición, supone exponerse a la opinión crítica del público, cuyo veredicto acato con toda humildad. Aunque ya se sabe que directamente al autor no se le suele decir con toda crudeza la opinión negativa, entiendo que la acogida ha sido excelente y muy generosa, tanto por la afluencia de personas el día de la inauguración, como por las críticas que me han transmitido verbalmente y en la prensa. Creo que lo que más ha sorprendido a los espectadores puede ser la imaginación del artista en los temas representados.

Aplausos