Primer plano de Iván Cacú Moreno

La S&C es una de las mejores bandas de Latin Jazz a nivel internacional que tras 10 años de duro trabajo ha lanzado su primera producción discográfica que sitúa a Canarias en el epicentro de este estilo en el mundo. En Canarias Cultura ya hicimos una reseña a este trabajo titulado What Happens? Ahora hablamos con Iván ‘Cacú’ Moreno, director y productor de este proyecto isleño, que se encuentra en plena fase de internacionalización como única salida dada la complicada situación económica local y la nula ayuda de las administraciones.

– ¿Cómo se inició en la música latina?

«Nací y crecí en el seno del carnaval. Con el tiempo, y de forma totalmente autodidacta, fui avanzando y creciendo como percusionista. Con 12 años comencé a tocar de manera “profesional” en el Club Manhattan, en Santa Cruz de Tenerife.

Al principio llevaba el rítmo, sin saber lo que yo llamo las cuatro claves de la música; ¿Qué es? ¿Cuándo? ¿Por qué? Y ¿Para qué? Estas claves se han hecho parte de mi hacer musical, y gracias a ellas entendiendo la música que hago. Es tener el concepto musical claro».

– ¿Le debe a alguien lo que es hoy?

«En los comienzos siempre te apoyas en gente para preguntar detalles, pero todo el trabajo de enriquecimiento, formación, y avance fue autodidacta, con mucha ilusión, disciplina, aprendiendo día a día, y aun sigo formándome, ya que la formación en el músico nunca acaba. Rafael Flores, con el cual compartí una etapa en la Caracas Latin Brother’s, fue el que me enseñó el valor de las notas, y me inició en el solfeo, el cual desarrollé con el paso del tiempo».

– ¿De sus colaboraciones en el pasado cuáles destacaría?

«Han sido muchos los grupos y orquestas, artistas que he acompañado, o con los que he colaborado durante el trayecto de mi carrera musical. He podido acompañar y dirigir musicalmente a artistas internacionales de este género como Marlon Fernández, DLG, NG2, Roberto Blades, etc».

– Actualmente es el director de S&C…

«Estamos inmersos desde hace 10 años con S&C, y no es sencillo hacer este tipo de música en las Islas. La gente no demanda una banda de 14 músicos en directo, prefieren mp3 o grabaciones (es mucho más barato). Antes sí se podía tocar con asiduidad, pero ya todo eso cambió. El circuito de actividades de Salsa con banda en vivo brilla por su ausencia».

– Entonces, si aquí no hay trabajo… ¿Cuál es su idea?

«Siempre hemos sido importadores de este ritmo, ahora queremos ser exportadores de Salsa, esa es nuestra meta, el llevar lejos de aquí nuestra música. Que el mundo conozca que en Canarias hay talento, y que sabemos hacer bien esta música».

Poster del grupo Salsa Canaria– Que en Canarias se sabe hacer esta música, y muy bien, lo han dejado rubricado con su nuevo disco… ¿Son los mismos músicos del directo los que han grabado?

«Sí. Es la misma banda que suena en vivo. Mi intención fue llevar al estudio a los propios músicos del directo para que cuando hagamos una actividad en vivo el sonido no sea diferente al CD. Y también es una forma de protestar y reivindicar que no es necesario irse fuera para grabar con calidad».

– Pues lo han conseguido. En un momento en el que todo el mundo hace versiones y tributos usted lanza un trabajo con temas originales… ¿Le gusta llevar la contraria?

(Risas). «Me gusta ser consecuente conmigo mismo. Durante 10 años S&C hizo versiones, y así mantuvimos viva la banda, y generamos un público. Ahora nos toca hacer nuestras canciones y que la gente las demande. Debes de tener tu propia personalidad».

– Esta es su primera producción musical ¿Cómo ha sido la experiencia de auto producirse? ¿Qué se necesita para ser un buen productor?

«Sí, esta es mi primera vez como productor musical. Eso conlleva a enriquecerte como músico, ya que ves, analizas, planificas, corriges e improvisas desde dentro. No hay nada al azar en esta producción, todo pasó por el filtro directo de mi supervisión. Gracias a mi amigo, compañero y percusionista de la banda Moisés Alberto, que se encargó de mezclar tan estupendamente este trabajo, y con el cual compartí puntos de vista musical similares, llegamos al sonido que buscábamos. Para producir bien y que te quede un producto de calidad necesitas conocer, entender y sobre todo tener las cosas claras. Conceptos».

– ¿Cómo le afectan los recortes y la situación actual?

«La crisis afecta de manera directa al músico. Al haber menos presupuesto para cultura, menos ayudas, menos lugares para tocar. Lo bueno de esto es que aumenta tu capacidad para desarrollar alternativas».

– ¿Qué opinión le merecen las políticas culturales en Canarias?

«Caóticas. En mi caso, nunca me han dado una ayuda, nunca he recibido ni un solo céntimo de ningún organismo de Canarias».

– ¿Puede ser S&C un negocio en las Islas? Ya antes nos comentó la posibilidad de internacionalizarse ¿Qué pasos daría para conseguir esa proyección?

«S&C no es un negocio, es una forma de vivir y de entender la Salsa. Por todo este tiempo, 10 años, el año que más actividades tuvimos no tocamos más de 8 veces. Para consolidar esta idea es necesario internacionalizarse, y ya estamos dando pequeños pasos hacia este punto. Los temas del disco están sonando en países latinoamericanos, y en ciudades como Miami, New York, y Ohio. También en Europa están sonando números de S&C, hasta en Hawái hemos sonado algo. Ahora falta que nos contraten para tocar en vivo, ojalá llegue bien pronto ese momento, ya que aquí cada vez se apuesta menos por esta opción».

– Diez años en escenarios, seguro que tiene alguna anécdota que contarnos…

(Risas). «El nombre del grupo es lo que aun no dicen bien. S&C se pronuncia Es and Ci (las iniciales en inglés). En estos pasados carnavales, un cantante afamado en las Islas nos dio paso en tarima y como no sabía pronunciarlo, en vez de preguntar, dijo “con ustedes la orquesta Santa Cruz”. En fin…» (Risas)

– ¿Qué le diría a un joven como el que era usted con 12 años?

«Que antes de nada, oiga mucha música, que le queden claros los conceptos, que no pierda la lucha por la falta de actividades, que realice versiones para saber que estilo es el mejor que le suena o en el que mejor se desenvuelve o el que más llega al público. Y sobre todo, que nunca piense que es mejor que nadie, que respete a todos los músicos por igual, y que la humildad sea su guía. La música no es una guerra, ni un concurso, aunque haya gente que así lo crea.