El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha alcanzado un acuerdo para la reordenación del Rastro, tras la reunión mantenida hoy lunes, en la sede del Palacio Municipal, con todas las partes implicadas en este largo proceso. La realización de esta actividad quedará regulada por una normativa comercial de venta ambulante no sedentaria, y también quedarán definidos los ámbitos en que podrá desarrollarse.

El acuerdo fue alcanzado en una reunión presidida por el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, que contó con la participación del sexto teniente de alcalde y concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, y la séptima teniente de alcalde y responsable del Distrito Salud-La Salle, Alicia Álvarez, junto a la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Rastro, Carmen Tejera; el presidente de la Federación de Comercio de Tenerife (Fedeco), Antonio Luis González; vecinos de los edificios colindantes y su representación legal; la presidenta de la asociación de vecinos Los Caberos, Ángeles González, y la presidenta de la Cooperativa Nuestra Señora de África, Estefanía Hernández.

Bermúdez manifestó que la puesta en marcha de esta nueva reordenación “permitirá identificar cada uno de los puestos y sus titulares”, para añadir que “el Ayuntamiento hará cumplir esa ordenanza con agentes de la Policía Local e incluso, si fuese necesario, de paisano”.

El acuerdo pasa por reducir las dimensiones actuales del Rastro, pasando a ocupar ahora una superficie de 21.174 metros cuadrados. Los 631 puestos con los que constará la instalación pasarán de 6 metros de longitud a 4 metros. La reubicación, además, dejará libre la avenida Bravo Murillo y existirá acceso restringido en sentido ascendente a la calle José Manuel Guimerá Gurrea, excepto para los vecinos y vehículos públicos y de emergencia.

La disposición del Rastro será la misma que existe en la actualidad con el cambio de los puestos de la avenida Bravo Murillo, que pasarán ahora a la plaza Primero de Mayo.

Por otro lado, la actividad se reordenará con la puesta en marcha de un decreto que regulará la actividad comercial de venta ambulante no sedentaria. En ese documento, se definirán los artículos que podrán ponerse a la venta y se exigirá a los que soliciten la licencia aspectos tales como la modalidad de la actividad, una descripción de la instalación a montar, certificado de estar al corriente de obligaciones tributarias y el pago de la tasa correspondiente por ocupación de vía pública.

La regulación que aprobará el Ayuntamiento incluirá, entre otras cuestiones, las limitaciones de horario de montaje, apertura y desmontaje de los puestos, así como las emisiones de ruidos permitidas y las medidas correctoras en materia de limpieza que deben aplicarse para todo el entorno.

Dámaso Arteaga valoró la buena disposición que han mostrado todas las partes implicadas para alcanzar un acuerdo, “por lo que me gustaría agradecer expresamente el esfuerzo que han realizado todos para concretar este punto común de entendimiento. Después de muchos meses de trabajo, se ha llegado a una propuesta que, en gran medida, satisface las peticiones que nos habían formulado todas las partes implicadas, y eso ha sido posible gracias a la labor que han realizado los técnicos municipales que se han encargado del desarrollo de este expediente”.

El acuerdo alcanzado hoy lunes deberá ser refrendado por la asamblea de la Asociación del Rastro y también por cada una de las comunidades de vecinos de su entorno.