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En el siglo XIV, el Teatro se emancipó del “Drama Litúrgico” para representarse fuera de las iglesias especialmente en la fiesta del “Corpus Cristi” y evolucionó en ciclos que podían contar con hasta 40 dramas. Algunos estudiosos creen que, aunque similares a los “Dramas Litúrgicos”, los ciclos surgieron de forma independiente. Eran producidos por toda una comunidad de cuatro o cinco años. Las representaciones podían durar de dos días a un mes. De la producción de cada obra se encargaba un “gremio” que intentaba que el tema tuviera que ver con su ocupación laboral; así los trabajadores de los astilleros podían, por ejemplo, escenificar una obra sobre Noé. Como los intérpretes eran con frecuencia aficionados y analfabetos, las obras se escribían en forma de “copla” de fácil memorización; no se conocen los nombres de los dramaturgos.

Durante este período, surgieron “obras folclóricas”, “farsas” y “dramas pastorales” (siempre de autores anónimos) y, por supuesto, persistían varios tipos de entretenimientos populares. Todo esto influyó en el desarrollo de los “Autos” durante el siglo XV. Aunque extrajeran “trama” y “personajes” de la teología cristiana, los “Autos” diferían de los ciclos religiosos en el hecho de que no se trataba de episodios bíblicos, sino alegóricos, y estaban representados por profesionales como los “Trovadores” y “Juglares”.

Performance Sema Castro I (1988)

Contrastes entre la naturaleza humana natural y la naturaleza industrial de Sema Castro en la I Muestra de Performance Expresión en el «Espacio 41″(1988) en Santa Cruz de Tenerife.