Globos en estaño_Alicia Palma Carta a Enrique

Estimado Enrique,

Un anónimo vendedor de globos dijo:

 

“Lo que hace subir a los globos,

no es la forma ni el color,

sino lo que tienen dentro”

 

Como sin duda recordarás, compartimos la pasión por las citas, las frases, los pensamientos…, los ajenos, y los propios, claro está. Estuve revisando cual de ellas escoger para comenzar a escribirte, y de tantas que tengo, y de tantos autores reconocidos, fui a fijarme en un anónimo vendedor de globos, y además con una dialéctica de lo más simplona.

Pero me gusta. Me gusta por varios motivos. Los globos…, son bonitos, de colores, flotan. Todos, alguna vez, nos hemos quedado mirándolos. Tanto los humanos pequeñitos, como los adultos hechos y derechos. Me gusta porque la idea del globo le da a la cita cuerpo, forma, textura…, color. Hace que te lo imagines. Incita a que lo sientas. Enrique, ¿no te recuerda esto a algo?

Sí. Increíble. Yo también pensé en ello. El logo de tu casa, Canarias Cultura. El bocadillo-globo. La imagen, la ilusión proyectada. Comenzó como una idea y lo materializaste. Hemos visto como se iba inflando. Como lo sostenías y me aconsejabas donde colocar las manos para que se fuera formando.

Ahora, tras atarlo con un bonito cordel me lo tiendes. Has de dejarlo flotar. ¡Hay otros tantos por hinchar!…

Me gustan los globos. Sí, me gusta la imagen mental que proyectan. Me gusta el continente, y el contenido. A diferencia de sus materiales, los que tú creas son de capacidad infinita. Y tan variables y volubles como las personas a quienes se lo entregues sean.

Sí. Me gustan las citas, a parte de los globos (je, je, je)…, me gustan los juegos de palabras, los dobles, triples, y los no-sentidos, me gustan mezclar conceptos, combinar y alterar los términos. Me gusta traspasar el espejo…

 

-Alicia…, despierta.-

-Perdona Enrique. Sí, estaba en tu Carta, en tu Casa, en Canarias Cultura.

¡Enrique mira!, ¡Cuántos colores hay en el cielo!.-

 

 

Gracias Enrique por compartir tus experiencias, tus sentimientos, tus ilusiones, tus creaciones…, por innovar, emprender, arriesgar, perder y ganar. Por hacer sentir a los demás tus proyectos como suyos propios. Por creer en la suerte lo justo como para no dejarlo al azar. Gracias Enrique por ser como eres. Porque hace que disfrutemos contigo. Porque viéndote flotar…, haces que los demás deseemos también alzarnos. El mejor regalo que se le puede dar al Ser humano.

 

 

-Señor…: ¿me podría dar un globo, por favor?-