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Este pequeño artículo va dirigido a todos los que sueñan con ver sus textos en el escaparate de las librerías. Espero que os sirva de ayuda.

Como todo escritor, yo también tuve que tocar en incontables puertas antes de encontrar una mano amiga. Publicar un libro es de por sí complicado, pero más en los tiempos que nos ha tocado vivir. Editoriales que antes podían sacar al mercado más de diez títulos al año, ahora con suerte publican tres. Y por lo tanto, quieren asegurarse de que esos libros se venden, algo complicado cuando se trata de autores desconocidos. Y las llamadas «grandes editoriales», por norma general, no se molestan en leer los manuscritos de los autores noveles. Todas esas barreras han generado que se desarrollen diferentes opciones para sacar a la luz las historias que crecen en nuestra mente. Hablo de la autoedición y la coedición, cuya oferta ha proliferado gracias a las posibilidades que ofrece Internet.

Pero CUIDADO, no debemos dejarnos engañar por las palabras bonitas ni los halagos vanos. Desde mi experiencia y la de algunos conocidos me permito daros un consejo: NO aceptéis autoeditar ni coeditar. Una editorial seria no os pedirá nunca dinero por adelantado (ni de ninguna otra forma). Ellos corren con todos los gastos, apuestan por ti y sólo sacan beneficios si el libro se vende. Una vez que pagamos a alguien por un trabajo aun no realizado, no tenemos garantías de que lo vayan a hacer como es debido. Ellos cobran, imprimen los libros y te los envían para que los vendas, pero ninguna librería acepta textos de estas características. Haced la prueba, como yo.

Un par de ejemplos: «Tras la lectura y el análisis de su obra, XXXX, nuestro equipo de especialistas ha emitido una valoración positiva sobre la misma, de modo que puede comenzarse el proceso de edición tan pronto como dé su aprobación y de acuerdo con el procedimiento que a continuación le detallo». O por ejemplo: «Estimado amigo y autor Daniel. Hemos leído detenidamente su obra y nos ha parecido una propuesta muy interesante, entretenida y ágil, con una trama y unos personajes bien definidos, además pensamos que puede ser de potencial interés entre los lectores de este género. En XXXX encontrará a la editorial que publique su libro, pero antes que nada, le informaremos de nuestra forma de trabajar…»

He recibido ambas respuestas (de dos editoriales diferentes) exactamente con el mismo texto, para tres novelas diferentes. Eso os puede dar una idea de lo que se han molestado en leer.

A pesar de que parece un obstáculo más, mi humilde consejo es que no cejéis en vuestro empeño. Gracias a Dios, aún quedan profesionales dignos en el sector, con el valor suficiente para apostar por un desconocido. Sé que es un sueño, vuestra mayor ilusión, pero hay que seguir intentándolo una y otra vez. Y por muchas negativas que recibáis, no caigáis en el error de pensar que vuestro trabajo es malo. Simplemente consideran que no la van a poder vender, lo que no juzga la calidad literaria de vuestra prosa. No os desaniméis nunca.

Y recordad: Ernest Hemingway (Premio Nobel de literatura) fue rechazado hasta por 27 editoriales. Y a dos editores les pareció que Cien Años de Soledad, de Gabriel García Márquez, no reunía la calidad suficiente para ver la luz.

 

*Imagen retocada. Original de Brenda Clarke. Ver Original.