Si tras abrir la tumba y recuperar los restos allí alojados se hallase material óseo, el Cabildo solicitaría la obtención de muestras para extraer ADN y cotejarlo con el perfil genético de los descendientes del último Rey de Gran Canaria.

Fernando Guanarteme

El Presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, ha dirigido un escrito al Obispo de la Diócesis Nivariense (Santa Cruz de Tenerife), Bernardo Álvarez, para conocer su opinión respecto al posible traslado, desde Tenerife a su isla natal, de los restos del que fuera último Rey de Gran Canaria, Fernando Guanarteme.

El traslado de los restos de Fernando Guanarteme a Gran Canaria es una«demanda» que cuenta con una «larga tradición», si bien «nunca se han podido culminar los pasos para conseguirlo», recuerda en su escrito Bravo de Laguna, cuyo gobierno «ha querido ser, desde el principio de su mandato, sensible a las demandas de la ciudadanía, y las cuestiones relativas a la gestión del Patrimonio Histórico no han sido una excepción en esta línea de trabajo».

En ese sentido, en fechas recientes, el Cabildo de Gran Canaria ha recibido una solicitud para que «asuma los trámites para acometer el estudio y, en su caso, el traslado de los restos» de Fernando Guanarteme.

Este personaje de «singular valor histórico y natural de esta isla» habría sido enterrado en la Iglesia Vieja de La Concepción y, posteriormente, sus restos habrían sido trasladados a la Ermita de San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife, donde «al parecer han permanecido hasta la fecha».

Por ese motivo, y como «primera gestión», el presidente grancanario explica que«nos gustaría conocer el parecer de este Obispado para luego, y si es el caso, continuar con los trámites oportunos que establece la Ley Canaria de Patrimonio Histórico, entre ellos, elevar tal petición a la Comisión Mixta».

A grandes rasgos, las líneas de trabajo cuyo desarrollo plantea el Cabildo de Gran Canaria y para las que solicita autorización a la Diócesis Nivariense, son la apertura de la tumba y la recuperación de los restos óseos que allí se encuentren para su posterior caracterización bioantropológica.

En caso de que se hallase material óseo, se obtendrían muestras para extraer ADN y cotejarlo con el perfil genético de descendientes vivos de esta figura histórica, tras el pertinente contraste documental.

Finalmente, si los restos fuesen de Fernando Guanarteme, «se buscaría qué fórmulas podrían ser más adecuadas» para, «si se autorizase», trasladarlos a Gran Canaria.

José Miguel Bravo de Laguna aclara en su carta que los trabajos se realizarán conforme a lo dispuesto en la legislación vigente en materia de patrimonio cultural y siguiendo los protocolos científicos empleados en tareas de exhumación e identificación forense.

Asimismo, los costes que se derivasen de esta actuación correrían a cargo del Cabildo de Gran Canaria y en todo momento contarían con la supervisión de sus técnicos, así como del personal que estime oportuno el Obispo de Tenerife.