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Los Ranchos de Pascua de Lanzarote consisten en formaciones -generalmente masculinas- que entonan por las calles y los templos de su pueblo diversos romances alusivos a los episodios bíblicos de la Natividad de Jesús. El tipo de instrumentos que utilizan mezcla antiguos elementos de percusión (espadas, grandes panderos, sonajas…) con los más modernos cordófonos (bandurrias, laúdes, guitarras y timple) y sus letras y melodías tienen diversos orígenes.

Los Ranchos más conocidos en Lanzarote son los de Teguise y San Bartolomé. Pero la isla contó con este tipo de formaciones por casi todos sus pueblos. Nos ocupamos especialmente hoy de los de Tías y Tinajo. El primero se conoce desde el siglo XIX y en su repertorio destaca la interpretación de una versión de Lo Divino muy diferente a la versión más popularizada en el resto de las islas, así como una curiosa Contradanza, de carácter instrumental. Bajo la dirección musical del folklorista Mel Reyes y la tutela del experimentado Benigno Diáz, existe una cuidada grabación en la que se puede escuchar todo el repertorio de esta secular formación.

Por otra parte, en el pueblo de Tinajo existieron varios ranchos (hasta cuatro) y su repertorio se compone de Corridos, Desechas, Pascuas, Divino, Santo Domingo, entre otros géneros. Sugerimos la lectura del exhaustivo trabajo realizado por Lorenzo Perera y María Dolores García sobre la historia de este rancho.

Los Ranchos de Pascua se mueven entre una cierta pose de respeto patrimonial y una escasa valoración real como hecho artístico y folklórico.  Sus  cantos en forma de letanía y el carácter modal de sus melodías, se alejan bastante de los gustos cada vez más latinizantes y las tonadas de fácil recuerdo. Pero merece la pena hacer el esfuerzo de intentar entender y valorar una de las manifestaciones folklóricas más antiguas de Canarias.

 

*Imagen retocada. Fragmento de la Obra de Cardac. ‘Músicos de Cajamarca’