Se exhibe mañana viernes, 20 de junio, a partir de las 19.30 horas

Gran Canaria Espacio Digital (calle Cádiz, 34, Las Palmas de Gran Canaria) exhibe mañana viernes, 20 de junio, a partir de las 19.30 horas, la segunda de las películas incluidas en el ciclo de cine galo que organiza su Club Cambio de Rollo, en colaboración con la Delegación General de la Alianza Francesa en Las Palmas de Gran Canaria.

Gran Canaria Espacio Digital proyecta el filme ‘En lo profundo del bosque'

En lo profundo del bosque

En lo profundo del bosque, del director Benoit Jacquot, será el filme que se proyectará en versión original con subtítulos en español y con entrada libre, hasta completarse el aforo de la sala de proyecciones del mencionado espacio cultural que gestiona el área de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo grancanario. Las otras dos cintas que completan el ciclo dedicado al cine francés son La pintura, de Jean-François Laguionie, día 27, y Flandes, de Bruno Dumont, 4 de julio.

En el drama En lo profundo del bosque, realizado en 2010, Jacquot aborda la historia de una chica de provincias del sur de Francia que en 1865 abandona la casa de su padre para seguir a un vagabundo por los bosques, aunque nadie sabe si lo ha hecho por voluntad propia o forzada.

Luego de Villa Amalia (2009), drama que marcaba el reencuentro con su actriz fetiche, Isabelle Huppert, a la que dirigía por quinta vez, Benoit Jacquot (París, 1947) rodó al año siguiente su filme En lo profundo del bosque, una nueva incursión de este cineasta, uno de los más prolíficos del cine francés -y también uno de los más eclécticos- en la descripción de la psicología de personajes históricos, tal y como ya lo había realizado en Sade (2000) y Adolphe (2002). Como en esta última, el realizador francés se traslada al siglo XIX para narrar un hecho histórico acaecido en 1865.

En lo profundo del bosque, surgió de la lectura de un artículo de prensa donde se contaba que en aquel año la sociedad francesa se apasionó por la aventura de Joséphine, la hija del médico de un pueblo del sur que abandonó su casa para seguir a un vagabundo extranjero, Timothée Castellan, que ni siquiera hablaba francés sino una mezcla de italiano, español y de los dialectos de la región.

Ante tal extraña circunstancia para la época, de inmediato surgió la certeza de que se trataba de un rapto, pero el comportamiento observado en la fugada se asemejaba, por momentos, a un acto voluntario. Tras su detención se celebró un mediático juicio en que la joven alegó estar bajo la influencia de un conjuro o de una hipnosis por parte de su secuestrador.

Al igual que su anterior Villa Amalia, la naturaleza juega en el mundo de Benoit Jacquot un papel importante. Tratado como un personaje más, el decorado natural desata pasiones en los protagonistas y puede llegar a cambiar su comportamiento habitual. Un paisaje que, en ningún momento, es plano sino lleno de cuestas, recodos y bajadas como una metáfora de la tormenta de sensaciones y reacciones que vive la joven fugada. La mejor combinación de exigencias artísticas y financieras llevó a los realizadores a elegir el departamento de Ardèche, en la región de Ródano-Alpes como el lugar ideal para el rodaje.

Algunos aprecian el clasicismo ascético de Benoit, en el que hay también toques muy modernos, cercanos al experimentalismo. Hubo un influjo de Robert Bresson en sus primeras películas, como L’assassin musicien, de 1975. Luego, abandonó ese rigor extremo, aunque siguiese experimentando, sobre todo en sus filmes más económicos. El cineasta galo Benoit Jacquot es uno de los mejores adaptadores de obras literarias al cine de Europa. De la veintena de títulos que componen su filmografía, la mitad proceden de libros.