A sorbos – Un relato de Isa Robayna
Eres como la gota que cae de la botella rota.
Como intentar aplacar la sed con las pequeñas gotas de lluvia. Como si abriendo mucho la boca y sacando la lengua al infinito, pudiera disfrutar del líquido salvador. Intentar tomar peces con mis manos. Arrastrar la montaña más alta. Una cucharita diminuta que, con miedo, transporta una tonelada de arena.
Quiero que me hables, mirándome a los ojos.
Como si vieras en ellos un espejo reluciente, donde observar tu dicha. Como si mi mirada fuese suficiente para alimentar tu boca. Querer buscar en mi rostro los días del mañana. No existe más aire que compartir en la habitación. Como si para ti fuese imprescindible mi rostro.
Quiero que me hables con la mirada.
Como si mi movimiento acelerara tu pulso. Como si danzando sobre tu cintura ahuyentaras los miedos que te invaden. Siguiendo mi silueta en una corriente breve y armoniosa. Recorrer mis piernas sin disimulo, pidiéndome más sabiendo que obtendrás lo que buscas.
Quiero que me hables con tus manos.
Como si tu piel fuese capaz de hacerme despertar de mi sueño profundo. Como si faltaran emociones para devolverme a la vida. Que recorras sin miedo cada poro de piel hambriento. Que tu roce despierte mis ansias de tenerte más. Jugar con tus dedos debajo de mi falda.
Como una pequeña cucharita que rompe el silencio con breves sonrisas.
Ilustración: Gabriel Suárez / Señor Creativo
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