Este fin de semana tuve el placer de asistir a un concierto de timple en el Teatro Guiniguada. El maestro Benito Cabrera, acompañado a la guitarra por el gran Tomás Fariña, presentó su espectáculo ‘Suenan las Islas’

cartel de 'suenan las islas'‘Suenan las Islas’ es un concierto acústico de timple y guitarra que utiliza de fondo imágenes y sonidos de las Islas Canarias mientras se interpretan bonitas obras musicales de reconocida solera, magistralmente arregladas, y puntualmente explicadas por Benito para situarnos en su contexto histórico.

Con un timple de Alberto Ortega Chirino, que sonaba maravillosamente bien y se veía precioso desde el patio de butacas, Benito demostró su dominio indiscutible sobre las cinco cuerdas. Y también pudimos comprobar como el tiempo le está confiriendo, todavía más aun si cabe, de una musicalidad, expresividad y control en los matices realmente soberbio.

El trabajo de Tomás era muy complicado ya que acompañar a un gran solista para ayudarlo a dar todo de sí, y que parezca que se trata de un solo músico con cuatro brazos, es harto difícil. Pero lo consiguió a la perfección.

El timple acompañado de su madre, la guitarra, toma su auténtica dimensión cuando se encuentra entre manos expertas, corazones sensibles y cabezas bien amuebladas. Este fue el caso.

Todo el repertorio estuvo perfectamente elegido. Uno de los momentos álgidos fue, sin lugar a dudas, cuando acometió su famosísimo ‘Nube de Hielo’. Aunque explicó al público asistente su sorpresa por el éxito de esta «simple melodía» que creó un día cuando volvía del Teide, y hasta su cierto hartazgo por tenerla que tocar sistemáticamente en cada concierto a petición popular, la realidad es que cada vez parece nueva en las manos del genio de origen conejero.

No sería justo si no mencionara el trabajo de Paco Chinea (Multitrack) que sonorizó a la perfección, la genialidad de los autores de las obras interpretadas así como el magnífico trabajo de El Cloquido y su maravillosa Fonoteca de Canarias que sirvió de ambientación justa y entrañable.

Es evidente que Benito Cabrera conoce el secreto del éxito; trabajo, talento, trabajo, un buen equipo y más trabajo. El resultado no podía ser otro; todo el teatro en pié ovacionando y pidiendo más. Cuestión de justicia.

Ahora solo falta que la gente deje de lado un poco, aunque solo sea un poquito, la tele y el fútbol y tome consciencia de lo importante que es ‘cultivarse’ y disfrutar con la cultura. Tomar en consideración que la cultura no puede ser gratis, que pagar 10 euros por un espectáculo como ‘Suenan las Islas’ es un regalo a cambio de una hora de placer infinito que perdura y perdura casi eternamente. Y que ser canario es, sobre todo, hablar menos y hacer más por lo nuestro.

Me gustaría terminar este humilde comentario, que creo que contiene el pensar general de jóvenes y mayores que estuvieron presentes en el concierto, una anécdota; justo a mi lado había un grupo de extranjeros que al terminar el concierto me preguntaron por el lugar para comprar un disco. En mi modesta opinión, con este nivel musical, técnico, compositivo e interpretativo sí que tenemos opción a internacionalizar nuestro timple gradualmente gracias al trabajo y esfuerzo de personalidades como todos los aquí mencionados.