El martes 3 de febrero en el Auditorio Alfredo Kraus en Las Palmas de Gran Canaria y el miércoles 4, en el Auditorio de Tenerife

Mozart y Schubert protagonizan el concierto que ofrecerán Les Musiciens du Louvre en el 31 Festival de Música de Canarias el próximo martes, 3 de febrero, en el Auditorio Alfredo Kraus en Las Palmas de Gran Canaria y al día siguiente en el Auditorio de Tenerife ‘Adán Martín’. Dirigidos por su fundador, Mark Minkowski, deleitarán al público con los conciertos para piano y orquesta, y  violín y orquesta, de Mozart, con la participación como solistas Francesco Corti al piano y Thibault Noally al violín. Cierra esta velada musical la Sinfonía nº 8 ‘Grande’ de Schubert.

Fundado en 1982 por el propio Minkowski, Les Musiciens du Louvre infunde aires nuevos a los repertorios barroco, clásico y romántico, interpretados con instrumentos de época. Durante los últimos 30 años, la orquesta ha acaparado la atención con sus aplaudidas representaciones de obras de Handel, Purcell y Rameau, además de Haydn y Mozart y, más recientemente, de Bach y Schubert.

Les Musiciens

Marc Minkowski comenzó a dirigir, siendo muy joven, bajo la tutela de Charles Bruck y en la Escuela Pierre Monteux Memorial en EE UU. A los diecinueve años fundó Les Musiciens du Louvre, un ‘ensemble’ que ha jugado un papel muy activo en el renacer de la música barroca, y juntos han explorado especialmente el repertorio francés. Ha sido director musical de Sinfonia Varsovia desde 2008, y es además invitado habitual de orquestas como la Staatskapelle de Dresde, la Filarmónica de Berlín, la Deutsche Sinfonie Orchestra de Berlín, las principales orquestas de Munich, la Sinfónica de Viena, la Orquesta del Mozarteum, la Orquesta de Cleveland, la Mahler Chamber Orchestra, la Swedish Radio Orchestra, la Orchestra National du Capitole de Toulouse, la Orquesta de la BBC y Orquesta del Teatro Mariinsky de San Petersburgo.

Para Minkowski, la música no puede sufrirse y tampoco disfrutarse en soledad. «es un acto de comunión».  Su interés reside en generar atmósferas y en evocar emociones estando  al servicio de los músicos y de la partitura.  Les Musiciens du Louvre son en su mayoría jóvenes y predomina su personalidad francesa aunque cuentan con músicos de 12 y a veces hasta de 15 nacionalidades.

Les Musiciens du Louvre Grenoble insuflaron nueva vida a los repertorios del Barroco y a las eras clásicas y románticas, interpretadas con instrumentos de época. También es bien conocida por su interpretación de la música francesa del siglo XIX: Berlioz (Les Nuits d’ été, Harold en Italie), Bizet (L’ Arlésienne ), Massenet  (Cendrillon ), etc. Sus últimos éxitos operísticos incluyen una Gala Mozart para el trigésimo aniversario de la Orquesta y de los Cuentos de Hoffmann de Offenbach en la Salle Pleyel de París,  La temporada 2013/2014 rinde homenaje a Gluck con Alceste en la Opéra Garnier y a Orfeo ed Euridice en Salzburgo y Grenoble. La orquesta también interpretará Histoire du soldat  (Stravinsky ) / El amor brujo ( De Falla ) en el MC2 Grenoble y en la Opéra Comique , la reanudación de Il Trionfo del Tempo ( Haendel) en Berlín, o , en el Festival d’ Aix -en- Provence, Il Turco in Italia ( Rossini ) y Les Boréades ( Rameau ).

El programa

La obra de Mozart abarca todos los géneros musicales de su época y alcanza más de seiscientas creaciones. La de Schubert, más de 1500. Los dos comparten país de nacimiento, penurias y muerte temprana. Mozart gozó en vida de más popularidad. Schubert, excepto en el terreno del lied, ha logrado el reconocimiento universal sólo después de muerto. En este programa se interpretan de  Mozart dos obras en la misma tonalidad y de Schubert su sinfonía mas representativa, ‘La grande’.

Concierto para violín y orquesta núm. 5,  en La mayor, K.219, «Turco»

Conocido como el ‘concierto turco’, fue compuesto como sus otros anteriores entre marzo y diciembre de 1775 y estrenado en Salzburgo el 20 de diciembre de ese año. En algunos documentos Mozart hizo figurar como  fecha de composición en 1780,  pero luego volvió a utilizar la auténtica. Sus movimientos son Allegro Aperto – Adagio – Allegro Aperto, seguido de un segundo movimiento Adagio y finalizado por un último movimiento Rondo – Tempo di Minuetto.

Los cinco conciertos para violín prescinden de gran parte del espíritu galante que utilizó en sus serenatas o en sus divertimentos. El lenguaje galante debía tenerse en cuenta para complacer al Príncipe- arzobispo Colloredo (sucesor de  Schrattenbach, que siempre los había apoyado). Pero la  relación con el nuevo arzobispo cambiaría radicalmente .para Mozart  y su padre,  que se habían instalado en Salzburgo en marzo de 1773. Estos conciertos de violín, compuestos  a los 19 años  han quedado como parte destacada del repertorio violinístico. El cuarto y especialmente el quinto alcanzan unos niveles de perfección superior a los tres anteriores.

Concierto para piano y orquesta núm. 23, en La mayor, K. 488

Los conciertos para piano en Viena se  presentaban en las llamadas Academias Musicales. Tenían lugar en  los meses de invierno, momento en el que la nobleza estaba instalada en sus palacios urbanos. Más de veinte conciertos de Mozart fueron estrenados en esta estación. El Concierto núm. 23 en La mayor, K. 488 fue terminado el 2 de marzo del año 1786, solo dos meses antes del estreno de Las bodas de Fígaro y fue interpretado por primera vez por el propio Mozart una semana después. La plantilla orquestal está integrada por flauta, dos clarinetes, dos fagotes, dos trompas y la cuerda, y se  prescinde de las  trompetas y timbales, utilizando clarinetes en lugar de oboes.

Sobre el concierto K. 488, Alfred Einstein en su clásico libro sobre Mozart publicado originariamente en 1945 Mozart: His Character, His Work, escribe: «En el concierto en la mayor, Mozart consiguió otra vez contentar al público sin perder nada de su propia personalidad. Nunca escribió antes un primer tiempo de tanta sencillez en la estructura, de tanta normalidad en la relación temática de los solos y de los tutti; de tanta claridad en la invención temática, incluso donde ella hace excursiones en el reino de contrapunto y de los caprichos del ritmo».

Sinfonía núm. 8 (9), en Do mayor, D. 944, «La grande»

Schubert es autor oficialmente de ocho sinfonías, pero sabemos que compuso otras cuatro sin terminar o perdidas, de las que sólo ha quedado el esbozo. Esta sinfonía  D. 944 aparece numerada indistintamente como novena, séptima u octava.

La grande pertenece a su último momento creativo (1828) y, al igual que con la Sinfonía en Si menor, «Incompleta» (1822), es  donde ya aparece como un compositor que  domina el mundo sinfónico. En todas ellas hay algo que nunca faltará en el compositor vienés: la inspiración y frescura. Solo Mozart  puede comparársele en este aspecto Schubert fue discípulo del Stadtkonvikt de Viena y formó parte de la Agrupación de la Corte imperial. Inicialmente fue segundo violín en la orquesta del Konvikt, lo que es sumamente importante, porque allí conoce la producción de sus admirados Mozart, Haydn y Beethoven, que serán sus referentes en esa primera época.

Casi todas las sinfonías de Schubert, comienzan con una introducción lenta como en las doce últimas de Haydn. Únicamente la Quinta prescinde de esa introducción lenta. Asimismo, en la «Incompleta» y en «La grande» emplean una distinta sonoridad que en las otras seis, al introducir tres trombones.  En los veranos de 1825 y 1826 compone su obra sinfónica de mayor trascendencia que, en opinión de Robert Schumann, sería «la obra sinfonía más importante desde la muerte de Beethoven». En marzo de 1826 la revisa y en octubre la envía a la Sociedad de Amigos de la Música, que contaba con una orquesta de conservatorio  amateur.  Se la da a conocer a Felix Mendelssohn y este la interpreta  en Leipzig con la orquesta de la Gewandhaus el 21 de marzo de 1839, siendo el verdadero estreno de la sinfonía.