‘Invernadero’ es una mezcla de comedia negra y de enredo que se articula en una compleja trama de escenas llevadas al borde del ridículo, con un lenguaje por momentos cercano al del absurdo

Tres años de morir, en 2005, recibía el Premio Nobel de Literatura Harold Pinter (1930-2008), autor, entre otros, de ‘Invernadero’, obra dirigida y adaptada por Mario Gas y Eduardo Mendoza, respectivamente, y que este fin de semana (30 y 31 de enero, a las 20.30 horas), protagonizan en el Teatro Cuyás Gonzalo de Castro y Tristán Ulloa. Junto al resto del elenco, el coordinador general de Cultura,  Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo,  Larry Álvarez,  y director artístico del recinto,  Gonzalo Ubani, los actores han presentado el montaje.

La comedia, escrita en 1958 y estrenada en 1980, es una de las obras capitales y más representativas del teatro de Pinter, considerado el representante más destacado del drama inglés de la segunda mitad del siglo XX. Está inspirada en la intervención soviética en Hungría para conjurar la revolución. En La Institución, el director es informado por su ayudante de un suceso que desencadenará una crisis: la muerte del paciente 6.457.

El coordinador de Cultura, Patrimonio Histórico y Museo, Larry Álvarez con los actores de la montaje

El coordinador de Cultura, Patrimonio Histórico y Museo, Larry Álvarez con los actores de la montaje

Los empleados de esta especie de clínica se encuentran involucrados de distintas maneras en la historia, que se desarrolla de forma sorprendente. Inmersos en un mundo en el que se confunden elementos realistas y ambiente cotidianos con aquello que proviene de lo oculto, esos personajes aparentemente estereotipados y fácilmente reconocibles, se relacionan entre si revelando odios y afinidades, sus intrigas para medrar dentro del sistema institucional y su supuesto sometimiento a la jerarquía establecida.

‘Invernadero’ es una mezcla de comedia negra y de enredo que se articula en una compleja trama de escenas llevadas al borde del ridículo, con un lenguaje por momentos cercano al del absurdo.

Así, a lo largo del montaje, se crea una tensión dramática entre lo real y lo supuesto, lo sospechado y lo inventado, el presente y la memoria, que cristaliza en una comedia cargada de humor con un importante trasfondo de crítica política y social.

La Academia Nobel destacó de la obra de Pinter «el precipicio que hay detrás de la conversación diaria y que irrumpe en los espacios cerrados de la opresión», devolviendo al teatro a sus elementos básicos: «un espacio cerrado donde los individuos están a merced de cada uno, y el diálogo imprevisible. Con un mínimo de entrega, del drama salen las luchas de poder y los juegos de escondite a través del intercambio de palabras».

Los precios oscilan entre los 12 y los 23 euros (más descuentos). Las entradas para este espectáculo se encuentran aún a la venta a través de los canales habituales de la Fundación Canaria de las Artes Escénicas y de la Música, que gestiona el recinto grancanario: la taquilla del Cuyás, su página web (www.teatrocuyas.com) y Entradas.com.