–Querida Enriqueta –la voz de su hermana Adela se escuchaba alto y claro al otro lado de la línea telefónica–. He contratado una tarifa plana para llamar a cualquier número nacional. ¡Fíjate!, se acabó el problema de las facturas desmesuradas de teléfono.

El Club de Ariosto

Relato de El Club de Ariosto: Nuevas tecnologías.

Mariano Gambín