Autor: Moisés Morán Vega

Ayer fui al Teatro Auditorio de Agüimes a ver la obra teatral El triángulo azul de Laila Ripoll y Mariano Llorente con la producción del Centro Dramático Nacional y Micomicón Teatro. Un texto muy complicado de llevar a escena, pero al mismo tiempo necesario para que no olvidemos la barbarie que cometieron los nazis en sus campos de concentración. La impresión que me llevé como espectador fue muy buena, aunque para mi gusto la obra es excesivamente larga -dos horas y cuarto- y quizás, con algunos recortes, el mensaje que se quería transmitir hubiera llegado mejor con una obra de menos duración.

LA PUESTA EN ESCENA

La puesta en escena es sobria y oscura, con lo básico para desarrollar la obra sin que se pierda nada por el camino. Con tres paredes grises y sucias, cinco sillares y una pequeña escalera con solo tres escalones. Destacar la utilización de medios audiovisuales, como la proyección en la pared central de fotos y películas relacionadas con el campo de concentración Matahusen, que ayudaban a comprender los horrores y lo crímenes de los nazis.

cartel-triangulo-azulLOS ACTORES

Los actores Manuel Agredano, Elisabet Altube, Marcos León, Mariano Llorente, Antonio Sarrió, José Luis Patiño y Raúl Pulido estuvieron a la altura de una representación de esta envergadura, transmitiendo la dureza y la tristeza de sobrevivir en un campo de concentración. En muchos casos la interpretación actoral se combinaba con la interpretación musical que resolvieron, también, con solvencia.

Y es esta parte, la musical, la que habría analizar con detenimiento para saber qué partes musicales pueden ser reducidas, porque en un texto tan extenso como este, los cuadros musicales eran excesivamente largos y aportaban muy poco a la compresión global de la obra en sí.

LA DIRECCIÓN

No cabe duda que Laila Ripoll ha hecho un buen trabajo. A las pruebas me remito, porque ha sabido dirigir a este elenco de actores con maestría, sin dejarse nada en el tintero y ha sabido conjugar, a la perfección, todos los elementos teatrales que tenía a mano y explotarlos al máximo para conseguir el objetivo que se había propuesto al llevar esta obra a escena.

EL TEXTO

El triángulo azul de Laila Ripoll y Mariano Llorente viene avalado por el Premio Nacional de Literatura 2015, en la modalidad de Literatura Dramática y este premio pone al texto en buena órbita. El texto es áspero, como un papel de lija, de esos que no gustan al gran público porque ponen sobre el escenario historias que muchos quieren enterrar, pero no hay que olvidar, para no repetir la historia de la sin razón y la barbarie.

El triángulo azul es un texto necesario y hay que llevarlo a escena para no olvidar que la humanidad tiene un lado oscuro, bestial y terrible que suele salir cuando menos te lo esperas y que hay que extirpar para no convertirnos en bestias sin conciencia.

SINOPSIS (Fuente: http://www.aguimes.es/)

“El Triángulo Azul” es una intriga angustiosa y un cabaret grotesco sobre Mauthausen, el campo de concentración y de exterminio por el que pasaron 7.000 españoles.

Los españoles fueron los primeros en entrar en Mauthausen y los últimos en salir. Ningún gobierno se preocupó de si estaban vivos o muertos y tuvieron que lucir el distintivo azul, el de apátrida, porque el gobierno de Franco así lo decidió. Gracias a los muchachos españoles se pudieron sacar del campo las fotos que sirvieron como pruebas en los juicios posteriores.

Siete mil españoles pasaron por Mauthausen. Los que sobrevivieron no llegaron a dos mil.

Hace ya sesenta años y todavía, a día de hoy, ni un triste monolito en nuestro país recuerda a los miles de españoles que dieron su vida por la libertad, asesinados por los nazis en el campo de concentración de Mauthausen.

FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA

Reparto (por orden alfabético):
Manuel Agredano, Elisabet Altube, Marcos León, Mariano Llorente, Antonio Sarrió, José Luis Patiño y Raúl Pulido.
Músicos: Carlos Blázquez, Carlos Gonzalvo y David Sanz.
Dirección: Laila Ripoll.
Texto: Laila Ripoll y Mariano Llorente.
Escenografía: Arturo Martín Burgos.
Iluminación: Luis Perdiguero.
Vestuario: Almudena Rodríguez Huertas.
Música: Pedro Esparza.
Vídeo: Álvaro Luna.