Duike/Neutra Homatorium 36-38, 2015.
La propuesta reciente de la artista americana Rebecca Chamberlain expuesta en la santacrucera galería Leyendecker, Homatorium, muestra una preocupación por las nociones esenciales de la arquitectura. La creadora sitúa estas últimas piezas en una horquilla temporal definida: entre 1932 y 1966, el tiempo que transcurre desde la construcción de la VDL House del arquitecto austríaco-americano Richard Neutra y la posterior reconstrucción tras un incendio en 1962.
Chamberlain combina no solo las propuestas de Neutra en la vivienda-ensayo citada, donde el arquitecto americano establece los principios estéticos y éticos de su obra, sino también la modernidad de los postulados de los CIAM ilustrados en la planta del complejo hospitalario del Zonnestraal, realizado por Jan Duiker y Bernard Bijvoet para trabajadores tuberculosos de las minas de diamante de Hilvestrum, o la suntuosidad de las ventanas de principios del s.XX de Frank Lloyd Wright.
La técnica empleada para todo ello es la estampación de apuntes de arquitectura, derivados de un intenso período de investigación fotográfica de dos años, en litografías hechas a partir de dibujos elaborados a bolígrafo. Chamberlain elabora pasajes bícromos en torno al azul y el negro característicos de estos instrumentos, poniendo énfasis en las calidades de ciertos elementos como la silla de Duike/Neutra Homatorium 36-38 o el encuentro de los planos de Neutra/Lescaze Public Housing/Private Home.
Con todo, lo que subyace es un debate en torno al concepto de frontera en estas arquitecturas modernistas reflejado en la transparencia de los grandes vanos y muros además de la vuelta al eterno debate entre las peculiaridades de lo privado y lo público en arquitectura. En este aspecto cobra sentido la sentencia de Le Corbusier: la arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz, puesto que esta toma un protagonismo especial como configuradora de planos en los dibujos de Chamberlain. No en vano, el propio Neutra se preocupó en su VDL de establecer ciertas argucias que proporcionaran a sus habitantes, a la sazón él mismo y su familia, un nivel de confort espacial adecuado. Entre ellas, se encontraba la colocación de luminarias en los aleros interiores de la casa para extender artificialmente su superficie.
Es cierto que Homatorium se ha discutido en torno a las nociones de presencia y ausencia propias de la arquitectura. El tiempo queda suspendido entre ambas nociones ya que la figura humana, no estando visible, aparece como única depositaria del espacio descrito. El ensayo visual de Chamberlain pretende una relectura de las propuestas modernistas en arquitectura, configuradoras de muchas corrientes posteriores que a su vez sirven de base para la manera actual de ejecutar viviendas y equipamientos. No es la primera vez que estas cuestiones son revisitadas, ni será la última, pero siempre merece la pena volver a los maestros.
Rebecca Chamberlain. Homatorium VDL Research House- 32-66.
Galería Leyendecker. Santa Cruz de Tenerife.
Hasta el 10 de enero.
