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El teatro es mágico y por eso me gusta. La magia del directo lo hace único. En el teatro no suele haber segundas oportunidades. Simplemente es presente, no importa el pasado ni tampoco el futuro. El hoy es lo que importa. Andrés Lima lo sabe, sabe que no tendrá otra oportunidad de capturarnos y por eso se deja la piel en cada representación que pone en escena y ayer, en el Teatro Cuyás, lo volvió a hacer con su Medea.

Una versión que, desde los primeros momentos, ya te impresiona, con esa introducción brutal sobre el origen del mundo, con ese pasaje de la cosmogonía de Hesiodo que te deja sin respiración. Parece que nos diga: «Esto solo es el principio. ¿Están ustedes preparados para continuar?»

Porque lo que sigue es una representación que te deja clavado en el asiento y no puedes sino decir: gracias por hacer que ame el teatro.

LA PUESTA EN ESCENA

En el escenario predomina el color negro, porque negro es el corazón y el alma de Medea, el negro es drama y eso es Medea. No puede ser otra cosa que drama.

A primera vista el escenario es sencillo, cuatro sillas negras, un contrabajo y rodeado de grandes cortinas también negras. Sin embargo, esa sencillez solo es una apariencia momentánea, porque a medida que avanza la representación, esa sencillez se va transformando, adaptándose a los requerimientos del espectáculo. Así se utilizan multitud de elementos multimedia, como la música y el vídeo, para apoyar a las escenas en todos los sentidos y ese efecto se consigue, porque sencillamente el escenario nos atrapa y se convierte en un actor invisible, pero que sabemos que está ahí porque nos envuelve sin darnos cuenta.

La puesta en escena es el todo o nada y en este caso, el resultado es memorable.

LOS ACTORES

Decir que los actores estuvieron a la altura de esta representación es no hacerles justicia, porque sencillamente no solo estuvieron a la altura, sino que se entregaron en cuerpo y alma a representar sus papeles de forma magistral.

Las actrices Laura Galán y Joana Gomila, Nodriz y Corifea, sacan de sí todo lo que les ha pedido el director y acompañan a la Medea de Aitana Sánchez-Gijón sin dejarse nada en el tintero. Andrés Lima se desdobla en el escenario y representa a Corifeo, Creonte y Jasón de una forma más que aceptable.

Hay que destacar, sin dudarlo, el papel de Aitana Sánchez-Gijón que borda su personaje, con una interpretación extraordinaria, con un registro dramático que pocas veces hemos visto en esta actriz. Se mete tanto en el papel de Medea que nos olvidamos de Aitana y nos quedamos con esa mujer atormentada por el amor, que es capaz de las mayores atrocidades. Medea nos grita desde el escenario que ella es Medea y sin lugar a ninguna duda, nos lo creímos. Ayer vimos a Medea.

LA DIRECCIÓN

Andrés Lima ha arriesgado mucho con esta representación de Medea, no solo con el texto, sino también con la puesta en escena, pero lo ha conseguido, y lo ha hecho porque ha sabido cautivar al público con una dirección excelente sin dejar ni un solo cabo suelto.

Andrés Lima sabía cuáles eran sus mimbres y los ha utilizado todos sin excepción, de forma magistral y el resultado es el espectáculo total con el que disfrutamos anoche.

EL TEXTO

Ayer dije que llevar a escena un texto clásico es muy complicado, porque se nos escapan multitud de elementos que desconocemos, que son muy difíciles de llevar a escena y que hoy resultan incomprensibles.

La versión de Andrés Lima de la Medea de Séneca es el esfuerzo intelectual de hacernos llegar de forma compresible la tragedia de la sacerdotisa de Hécate, de forma y manera que nos llegara su pulsión desenfrenada, su locura, su maldad y su psicopatía.

Andrés Lima lo ha conseguido.

SINOPSIS

«Todavía no sabes lo que es llorar, espera a que seas viejo»

Una mujer en plena madurez de su fuerza, inteligencia y belleza que ha hecho lo inenarrable por el amor de un hombre, desgarra su alma para encontrar las palabras que den forma a los hechos que ejecutará para vengarse de ese hombre que ahora le niega su amor. Aitana Sánchez-Gijón rodeada de un coro de niños a los que su pathos le arroga a asesinar.

«No hay mayor dolor que el amor. Dice Medea, dice Séneca. Si esto es así… ¿qué hacer? ¿Acaso no hemos sentido esto alguna vez? Medea es atrevimiento, Medea mete la mano entera en nuestras heridas y nos enfrenta a nuestros terrores, o mejor dicho a nuestros dolores, o mejor dicho: si el dolor es signo de vida, a nuestra vida. Por eso me da miedo Medea y sin embargo no puedo dejar de mirar. Medea, tan contraria a la idea de virtud de Séneca y sin embargo tan atractiva para el autor». Andrés Lima.

FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA

Dirección y versión: Andrés Lima

Música: Jaume Manresa

Diseño Escenografía y Vestuario: Beatriz San Juan

Diseño Iluminación: Valentín Álvarez

Diseño Sonido: Sandra Vicente y Enrique Mingo

Vestuario Beatriz: San Juan

Vídeo: Miquel Àngel Raió

Director Coro: Juan Pablo de Juan y Rennier Piñero

Ayudante Dirección: Laura Ortega

Producción: Joseba Gil

Producción Ejecutiva: Elisa Fernández

Coordinación técnica: Eduardo Moreno y Pau Fullana

Promoción/Comunicación/Fotografías: El Norte S. L.