El nuevo libro de poemas de Antonio Arroyo “Mis íntimas enemistades” es un eslabón más de su fructífera tarea lírica. Un libro que presentó el pasado 7 de abril en el Museo Domingo Rivero, Las Palmas de Gran Canaria y que lleva el sello de la Nueva Asociación Canaria para la Edición, NACE.

En el transcurso de la presentación el autor nos habló de la soledad y de la amistad, de esa soledad necesaria en donde el poeta se refuerza ante el poema y ante la vida. Nos confesó también que se divirtió trabajándolo, estableciendo las reglas del juego, de lo cotidianidad de lo humano. Escritos en unos versos libres y enérgicos y sin utilizar metáforas forzadas, en este poemario el poeta se ha despojado del barroquismo en muchos de sus poemas y ha creado un libro que me ha sorprendido por la mirada a su alrededor, a los afectos. Todo eso que tanto atañe al ser humano

“Mis íntimas enemistades” es el resultado de un trabajo de lectura, de vivencias con otros escritores, en definitiva del conocimiento que posee Antonio Arroyo sobre lo que llamamos el poder de la palabra.

Cecilia Domínguez Luis, prologuista del libro nos dice entre otras cosas:

Cada vez que leo un libro de poemas de Antonio Arroyo Silva pienso que estoy ante una nueva celebración del hecho poético. Y es que su poesía se ha movido siempre entre la transparencia y el misterio…

En la presentación, Manuel Díaz Martínez realizó la lectura crítica al tiempo que hizo una magnífica reseña de la trayectoria literaria del autor considerando el poemario de notable.

Y para cerrar la presentación, el autor Antonio Arroyo, Manuel Díaz Martínez y una servidora recitamos algunos de sus poemas ante el público asistente a este encuentro poético.

 

Antonio Arroyo_ poemarioY eso fue para que yo

camine por aquí con recortes

de periódicos viejos.

Y eso fue para que yo

me olvide de los telediarios y de la caja tonta

y encienda la cajita mágica de un poema

que nadie quiere

entender, sin hamacas ni cotufas,

sin baba de mamá recalcitrante

que me traiga las viandas al sillón

del acomodo.

 

Sé que no vas a llorar,

que encontrarás extraña la ausencia

de lugares comunes y que huirás del dolor

que aquí te traigo en la memoria.

 

As the cat

Climbed over

The top of

 

The jamcloset, William Carlos Williams

 

El gato de algodón

que corona una colcha de nubes

mira la ingravidez o la intuye

mientras se eriza

y levanta una pata

para arañar el aire y después

relamer el azúcar que dejaron

abejas invisibles en un cordón

del zapato del tiempo.

Y se quedó escaldado.

 

Foto de Rosario Valcárcel

Rosario Valcárcel

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*Fotos: Octavio Carlos Macías Estupiñán