Santa Cruz de Tenerife ha mostrado en los últimos años una especial sensibilidad por la mejora y mantenimiento de distintos elementos de ornato urbano, que incluye el fomento de murales artísticos en distintos puntos de la ciudad. Así, el Ayuntamiento ha respaldado iniciativas para el embellecimiento de paredes y muros sin especial interés estético, particulares o de propiedad municipal, donde realizar murales, generalmente de grandes dimensiones, que enriquecen su patrimonio cultural.

La ciudad amplía su patrimonio cultural con el desarrollo de murales callejeros

El origen de esta tendencia se sitúa en el año 2000, cuando el Consistorio promovió el desarrollo de una serie de actuaciones para adecentar paredes y muros en calles del municipio. La ejecución de estos trabajos contó, durante un periodo de seis meses, con un equipo de trabajadores formado por peones y un licenciado en Bellas Artes.

En esa ocasión, se realizaron murales en el exterior del colegio Los Verodes, el patio del colegio Miguel Pintor, la avenida Bravo Murillo y la avenida Príncipes de España, del barrio de Ofra, entre otros. Respecto a este último, el Ayuntamiento ha iniciado el expediente para proceder a su próxima restauración, a tenor de que presenta un deterioro considerable.

Asimismo, entre las iniciativas relacionadas con esta actividad, la ciudad acoge el proyecto ‘Sumérgete en Santa Cruz’, auspiciado por Cepsa, con el apoyo del Ayuntamiento y la aprobación de las comunidades de vecinos implicadas, igual que los propietarios cuando se trata de espacios de propiedad privada. La última obra realizada en este sentido luce en la calle del Pilar, donde en marzo se presentó un mural obra de Iker Muro y Louis Lambert, que se une los exhibidos en los arcos del puente Serrador, en su cruce con la calle de La Noria.

Otra muestra es el mural de gran formato ‘Pez volador’, ubicado en la avenida de San Sebastián y elaborado a partir de un diseño del artista lanzaroteño César Manrique, que el pasado año fue sometido a una intervención de restauración para devolverlo su aspecto original. Catalogado como Bien Cultural, el departamento municipal de Servicios Públicos asumió el coste de estos trabajos (10.000 euros), supervisados por la Fundación Canaria de la Universidad de La Laguna.

La relación de murales artísticos en fachadas y muros incluye la plaza de Europa, canchas de Tío Pino, parque Viera y Clavijo o las canchas de la Casa Pisaca, en El Toscal, entre otros. También en Tíncer y El Rosarito, a través del proyecto de Intervención Comunitaria, se ha trabajado en elementos parecidos, lo mismo que en otras zonas del parque de Las Indias, Cuesta de Piedra, La Gallega o Santa Clara, donde sus residentes realizaron un mural en junio de 2014, en coincidencia con el Día del Vecino.

El barrio de Añaza es otra de las localidades que acoge este tipo de murales decorativos. La asociación Cultura Objetivo Social, con el apoyo del Ayuntamiento, ha fomentado la implicación popular en estas actividades, como también sucede con el proyecto ‘Añaza creativa’, que ha servido para decorar escaleras en espacios públicos, con pintadas de colores o diferentes murales creativos para el fomento de la cultura y la intervención comunitaria, con la implicación de vecinos y escolares.

Por último, asimismo en el Distrito Suroeste, la realización de murales a través ha estado incluida dentro de la programación del festival rural de creación ‘Las eras de El Tablero’, apoyado por el Ayuntamiento, a través del Organismo Autónomo de Cultura (OAC).