Reikiavik_wide

Para mí el teatro es otra forma de contar una historia y, sin duda, la más arriesgada porque te expones, a cara descubierta, al público que está sentado detrás de la invisible cuarta pared y no puedes desaprovechar esa oportunidad única.

No voy a decir quién es Mayorga, su trayectoria lo avala y ese aval le permite presentarnos propuestas tan complejas como Reikiavik, porque esta obra lo es y lo percibes desde que el señor oscuro sale corriendo por el fondo del escenario.

Mayorga nos presenta un texto urdido de manera magistral, con giros interpretativos muy trabajados que hacen que los actores pongan sobre el escenario su capacidad interpretativa, sin embargo ese juego intelectual se come, de un bocado, a lo que el dramaturgo quiere contar y algunos espectadores terminan perdidos en sus butacas, buscando el cabo que los rescate de la desesperación de no poder seguir el hilo argumental de la obra de Mayorga.

Algunos no lo pudieron soportar más y salieron en busca de sus pies, para volver a estar en el suelo de su realidad.

LA PUESTA EN ESCENA

La puesta en escena es sencilla, pero al mismo tiempo compleja, una mesa con dos bancos a ambos lados y al fondo una pantalla blanca en a la que se proyectan efectos visuales que ayudan a la compresión de la historia.

La puesta en escena se complementa con la construcción, por parte de los actores, de escenarios imaginativos para ponernos en el ambiente vivido por Spasski o Fisher.

LOS ACTORES

César Sarachu y Daniel Albadalejo no desaprovecharon la oportunidad que les brindaba el texto del Mayorga, un texto que le daba la oportunidad de interpretar no solo a Bailén y Waterloo, sino a también a Spasski y Fisher y a multitud de personajes que circulan por los alrededores y que el dramaturgo los pone en escena para mostrarnos la complejidad de los dos ajedrecistas y de la situación a que estuvieron sometidos.

Elena Rayos estuvo a la altura y se desenvolvió con maestría en el papel que se le propuso.

LA DIRECCIÓN

Cuando eres el autor del texto y además el director tienes la oportunidad de sacarle el máximo partido a la obra porque conoces, al dedillo, todos y cada uno de sus rincones y nada se te puede escapar. Y si además tienes bajo tu dirección a tres actores de primer nivel, pues el trabajo va sobre ruedas porque lo difícil se hace sencillo y este ha sido caso.

EL TEXTO

Ya comenté que el texto de Mayorga es complejo, al que hay que estar muy atento porque de puedes perder ante la propuesta multiplicadora de personajes y escenarios y enredarte entre este o aquel personaje o entre esta o aquella situación y al final quedarte sin comprender qué nos quiso decir el autor.

Quizás el autor tendría que hacer la reflexión si se puede contar lo mismo reduciendo el texto, cortando algún que otro giro o suprimiendo algún que otro personaje imaginario porque, a mí, la hora y cuarenta y cinco minutos, se me hizo muy larga.

SINOPSIS

«Reikiavik es una obra sobre el ajedrez, ese arte que, como la vida misma, consiste en memoria e imaginación. También es una obra sobre la Guerra Fría. Y es, ante todo, una obra sobre hombres que viven las vidas de otros.

Bailén y Waterloo están unidos y separados por un tablero. Pero ellos no juegan al ajedrez, juegan a Reikiavik. Juegan a ser Bobby Fischer, Boris Spasski, el árbitro alemán, el guardaespaldas islandés, la madre de Bobby, la segunda esposa de Boris, las novias que Bobby no tuvo, cien niños despidiendo a Boris puño en alto en el aeropuerto de Moscú, Henry Kissinger, el fantasma de Stalin, el Soviet Supremo, el caballo negro amenazando al alfil blanco, los padres ausentes, los campeones muertos… No es la primera vez que hacen algo así, pero sí la primera vez que lo hacen ante un tercero: un muchacho extraviado. Y nunca lo habían hecho con tanta pasión. Porque hoy buscan no sólo comprender qué sucedió realmente en Reikiavik, qué estaba realmente en juego en Reikiavik. Hoy, Waterloo y Bailén buscan un heredero.»

Juan Mayorga

FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA

REPARTO (por orden alfabético)

Daniel Albaladejo, Elena Rayos, César Sarachu

EQUIPO ARTÍSTICO

Juan Mayorga (Texto y dirección), Alejandro Andújar (Escenografía y vestuario), Juan Gómez-Cornejo (Iluminación), Malou Bergman (Imagen), Mariano García (Sonido), Clara Sanchis (Ayudante de dirección), Sergio Parra (Fotos), Isidro Ferrer (Cartel)

Producción Entrecajas Producciones Teatrales