El viernes pasado fui al teatro Cuyás a ver Buena gente de David Lindsay-Abaire versión de David Serrano y como siempre que el cartel lo encabeza una actriz mediática, como Verónica Forqué, pues el teatro hasta la bandera; una pena que en otras ocasiones, con obras de mucho nivel, el teatro esté medio vacío; cosas que pasan en este bendito país. Pero vamos al turrón. A mí la obra, ni fu ni fa, por no decir que me dejó frío, al contrario del gran público que se partía de la risa con cada palabra de la Forqué. Sí, lo sé, quizás me estoy agriando como un limón, pero ya he comentado, en otras ocasiones, que para mí el humor, la comedia o la comedia dramática, como era el caso, es otra cosa que el gag fácil. Sin embargo, los espectadores siempre tienen la razón, su razón y es tan válida como la mía; faltaría más, para eso han pagado su entrada para pasárselo en grande cuando lo estimen.

buena gente

LA PUESTA EN ESCENA

La puesta en escena fue uno de los aspectos que más me gustó, sencilla, pero al tiempo se complicada, porque los cambios de acto se hacían en el mismo escenario y sin detener la representación. El cambio más atrevido fue cuando la escenario se convierte en el salón de la casa de Raúl, utilizando paneles movibles que hasta ese momento fueron las paredes del cuarto de un todo a cien, la cocina de Margarita o la sala de un bingo.

LOS ACTORES

Verónica Forqué, Juan Fernández, Inge Martín, Carmen Arévalo,Diego Paris estuvieron a la altura y pusieron sobre el escenario sus tablas, pero, desde mi punto de vista, sus tablas en la televisión, porque por momentos creo que se olvidaron de que estaban en un teatro y no en un plató de cine o televisión. En el teatro hay que proyectar la voz y hablar con la cadencia adecuada porque corres el riesgo de que solo te oigan los del patio de butacas y el resto no entienda nada de lo que estás diciendo, como ocurrió en algunos momentos con Verónica Forqué y sobre todo con Diego Paris al que había ocasiones que no se le entendía ni papa.

LA DIRECCIÓN

David Serrano hizo un buen trabajo en la dirección de la obra, el único «pero» lo focalizaría en lo que comenté antes, que debió insistir a los actores, que se olvidaran de su faceta de actores de cine o televisión y que no olvidasen que estaban en un teatro.

EL TEXTO

El texto lo desconocía y por tanto no puedo opinar de su adaptación, pero sí puedo opinar de lo que vi sobre el escenario, una comedia dramática, que en mi opinión no se quedó, ni en una cosa ni en otra, se quedó en tierra de nadie.

SINOPSIS

Sin trabajo una vez más parece ser la insignia que marca el presente de nuestra protagonista… Y cuando las deudas se acumulan, y el desalojo es inminente, no hay más remedio que, una vez más, comenzar a buscar una salida como sea.

Desde una perspectiva absolutamente diferente está él, su amor de juventud, el muchacho del barrio que estudió, que se hizo profesional y que hoy tiene una posición acomodada.

Tantos hechos desgraciados hacen que ella decida tratar el pasado como un salto al presente acudiendo a pedir ayuda a su ex.

Serán entonces ambos destinos los que se unen de nuevo, tras muchos muchos años. Aunque casi nada ya les una…..

FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA

Reparto:
Verónica Forqué.
Juan Fernández.
Carmen Arévalo.
Inge Martín.
Diego Paris.

Libreto:
David Lindsay – Abaire.
Versión y dirección:
David Serrano

Producción Ejecutiva: Carlos Lorenzo
Escenografía: Ricardo Martín Cuerda
Iluminación: Felipe Ramos
Vestuario: Beatriz San Juan
Diseño Cartel: Javier Naval
Peluquería: Antonio Panizza
Dirección de Producción: Isabel Romero de León
Comercialización/ marketing: SOM Produce
Distribución: Producciones Teatrales Contemporáneas