el taliban¿Qué nombre de joven, habilidoso en sus artes y de prometedor futuro, si se dedica a lo que sabe hacer bien y no a lo que le dicen que haga, y no vende su alma a los diablos que ya no saben qué hacer con las suyas (porque nadie les presta la atención que antes recibían y con la que se vanagloriaban atenazando voluntades e infundiendo miedos), aunque estos le prometan sempiterna alabanza e infinitas dádivas en forma de altas amistades y acontecimientos nada bajos, estuvo circulando, con preferencia absoluta y deleite más propio de quienes se frotan las manos ante el inminente beneficio de un negocio, que de quienes piensan en perfiles idóneos, para llevar las riendas de un costoso quehacer (que desangra cuentas y empaña presupuestos) gracias al apoyo ofrecido por una ya finiquitada subordinada de nivel 2, lo que era a pesar de su directivo cargo, que optó por atender la salmodia de un escogido colectivo (no necesariamente selecto), con cuernos y rabiosos rabos, que, con bufidos, le reclamaron, entre otras peticiones, que hiciera de Salomé (ofreciendo la cabeza de la que señalaron como Bautista) para entregar al doncel por cuyo nombre se pregunta la corona que esta “sanjuana”, ahora descabezada, llegó a portar, aunque sin el garbo y la lucidez esperada; lo que hizo, desencadenando con ello mil tormentas y que la reconocida como subordinada de nivel 1 (último escalón antes de llegar a Zeus), viendo tanto cambalache, dimes y diretes, y turbiezas varias, optase, previa advertencia del padre de los dioses, por hacer que rodase, como un boliche, la de quien había atendido al canto, dirigido hacia un talibán por un talibán, al tiempo que ubicaba en el demandado trono a un inesperado artesano del sonido bello, quien ha visto que la noble misión se ha transformado en el suplicio de sostener sobre sus espaldas el peso de la envidia y las inquinas de los que, porque ya nadie les presta la atención que antes recibían, están sacando el peor arsenal que atesoran, sin darse cuenta de que están dañando al joven, habilidoso en su arte y de prometedor futuro por cuyo nombre preguntamos en esta sencilla pregunta?

Pista: sabe tocar ‘El Revolucionario’.