‘Comida canaria: Subsistir de los 60 a los 70’ recuerda las reuniones que organizaba el grupo Nuestro Arte en torno a una mesa y con menú canario

La exposición ‘Comida canaria: Subsistir de los 60 a los 70’ será inaugurada mañana martes a las 20:00 horas en el Museo Municipal de Bellas Artes. Esta muestra, que podrá visitarse hasta el próximo 5 de noviembre, reúne obras de artistas de reconocido prestigio de la citadas décadas, tales como Pedro González, Enrique Lite, Maribel Nazco, Tanja Tanvelius, María Belén Morales, Maud Bonneaud, Felo Monzón, Pepe Abad, Paco Martínez, Pepe Dámaso, Manolo Millares y José Luís Fajardo, así como esculturas de Martín Chirino y Eduardo Chillida.

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El quinto teniente de alcalde y concejal de Cultura, José Carlos Acha, explica que el título de la exposición se inspira en uno de uno de los muchos actos que el grupo Nuestro Arte organizó en el Museo de Bellas Artes en la década de los 60, “ya que en torno a una mesa y con un menú canario, escritores, artistas e intelectuales utilizaron este y muchos otros encuentros para poner de manifiesto cómo eran partícipes de los nuevos lenguajes plásticos que les eran contemporáneos”. El edil añadió que la mayoría de las obras que se exhibirá desde mañana pertenecen a la colección de la pinacoteca, mientras que otras dos han sido prestadas por el Cabildo de Tenerife.

No es tanto la irreverencia del acto en si lo que la llama la atención, sino la capacidad de ese pequeño grupo para trasladar lo que habitualmente ocurría en los cafés de la ciudad a un espacio a priori tan poco dado a la experimentación, a priori, como podía ser el citado museo. Llama aún más la atención el hecho de que pudieran hacerlo  en un museo de provincias en la España de los años 60.

Si se pretende entender el momento y la importancia de estos aparentemente sencillos actos es necesario analizarlos con perspectiva. Nadie como Luis Alemany, en su novela  ‘Los puercos de Circe’, ha desentrañado ese ambiente de placidez asfixiante de quienes sabían que significarse fuera de la modorra social podía suponer un paso sin retorno.

La exposición pretende mostrar el trabajo de muchos de los artistas, algunos miembros del colectivo Nuestro Arte y otros no, que durante los 60 y 70 utilizaron el museo  como agente de un cambio anhelado en una Canarias que comenzaba a abrirse al turismo y recibía grandes remesas de capitales e ideas provenientes de la emigración a Latinoamérica.

Junto a estos trabajos, también se mostrarán algunas obras de artistas del panorama nacional coetáneo, como Eduardo Chillida, Manolo Millares y Martín Chirino, (los dos últimos fueron parte del grupo El Paso), así como alguna referencia a la renovación de los lenguajes arquitectónicos en la figura de Luis Cabrera. La muestra, comisariada por Mari Carmen Duque y Gilberto González, se complementa con documentación, fotografías y el préstamo de dos obras por parte del TEA-Tenerife Espacio de las Artes.

A partir de los años 70, el Museo Municipal de Bellas Artes empieza a perder ese liderazgo frente a otros centros, como el incipiente Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias (COAC). La flamante sede del COAC, proyectada acorde con el canon brutalista imperante en aquella época, parecía dejar atrás el lastre histórico que se asociaba al museo y presentaba un contexto aparentemente más propicio para escenificar el cambio.