Francisco Pomares

Francisco José Pomares Rodríguez, nacido en Madrid en 1957 y que vive en Canarias desde hace cuarenta años, es graduado en Historia y Máster en Comunicación por la Universidad de La Laguna, y profesor de periodismo en esta Universidad, es periodista desde 1977. Y aunque en su extenso currículum, de incuestionable valor, no hay la más mínima referencia a conocimiento musical alguno, salió a la palestra sobre cuestiones musicales con unas intensas declaraciones sobre el 33 Festival de Música de Canarias justo tres días después de su presentación, exactamente el 25 de julio de 2016 en La Cadena Ser.

En dicho alegato, Francisco Pomares afirmó, en tan solo minuto y medio, una serie de cuestiones de las que destaco las siguientes:

  • Nino Díaz parece empeñado en cargarse el FIMC
  • Apesta a catástrofe
  • Ni una sola sinfónica internacional
  • Presencia de orquestas locales
  • Programación en La Graciosa
  • Presencia de bandas municipales
  • Agujero de 400.000 euros que es lo que le va a costar a Canarias Cultura en Red

Todas estas afirmaciones han sido refrendadas y aumentadas en otra intervención, justo seis meses después. Intervención, que junto con la anterior, se convertirá, sin lugar a dudas, en patrimonio histórico intangible del Festival de Música de Canarias.

De esta última alocución quisiera destacar las siguientes aseveraciones:

  • El más estrepitoso de los fracasos
  • Nunca antes se había producido una caída tal de la participación de los aficionados y una deserción del público
  • Un amigo que toca el clarinete
  • Más de 400.000 euros de déficit que dejará el Festival

Francisco PomaresDesmontando a Francisco Pomares

No he querido entrar ahora en las cuestiones políticas de su discurso ya que, como queda claro en su currículo, lleva toda la vida con sus filias y fobias políticas que, como ya veremos, es el meollo del asunto.

Nino Díaz parece empeñado en cargarse el FIMC

Nino Díaz ya declaraba hace cuatro años que en Canarias nunca ha habido, propiamente, políticas culturales; «simplemente se ha ido a salto de mata, gastando el dinero sin una planificación coherente». «En Canarias falta una planificación real, una visión global de comunidad y, sobre todo, superar el complejo de inferioridad que tenemos«.

Dos años más tarde publicaba un artículo de opinión sobre la necesidad de reinventar el Festival en el que abogaba por «no desmantelar el Festival, pero sí por hacer una revisión profunda de sus objetivos, de su financiación y de su gestión. Es necesario un cambio de rumbo que pase por la modificación de sus tres pilares: La programación, la implantación en el territorio y la gestión».

Queda claro que Nino Díaz siempre se ha negado a cerrar el FIMC y que lo que propone es planificación, revisión profunda, cambio de rumbo, superar el complejo de inferioridad y, en definitiva, repensar el modelo. Algo que sin ningún género de dudas ha conseguido; que repensemos el Festival.

Quien acusa a Nino de radical se dará cuenta que, analizando su propuesta de hace unos años, lo que plantea en esta edición es solo una serie de cambios.

Apesta a catástrofe

¿Qué datos subjetivos aporta para lanzar esta afirmación? ¿Algún estudio de mercado? ¿Comparativa de asistencia, venta de abonos e impacto de años anteriores? ¿El presupuesto de gastos e ingresos previstos de este año? ¿Las declaraciones de una pitonisa grabadas en Telecinco? ¿Por qué no aporta absolutamente nada? Porque el Festival se venía muriendo y es precisamente ahora cuando está renaciendo y todos los estudios así lo demuestran. Así que no puede aportar ningún dato objetivo.

Ni una sola sinfónica internacional

No considerar a nuestras orquestas de nivel internacional ya es razón suficiente para mandarlo de vuelta a su Madrid natal. Pero no saber que la Mozarteum es una de las orquestas sinfónicas más importantes del mundo es de juzgado de guardia. Eso sin entrar en consideraciones de si los 50 músicos de la Mahler que vinieron se puede realmente estimar como solo de cámara o algo más.

Mozarteum Orchester

Orquestas locales

Ningunear lo nuestro es característico de Pomares, como ya hemos visto. No solo denota total desconocimiento del funcionamiento de los grandes festivales de todo el mundo en los que, como en el Festival de Salzburgo o en los Proms, sus orquestas locales son tan importantes, o más, que las invitadas. También denota ese complejo de inferioridad que mencionaba Nino Díaz del que cuesta tanto desprenderse.

El éxito musical de los Gurrelieder es otro argumento de peso contra esta típica falacia ya que han sido, precisamente, nuestras dos orquestas juntas lo único que ha interesado al canal internacional de TVE para su emisión en diferido y lo que más presencia mediática ha obtenido (ver más abajo los enlaces a medios). Por algo será.

Orquesta Sinfónica de Tenerife, Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, Coro Filarmónico Eslovaco y el Coro de la Ópera de Tenerife interpretando los Gurrelieder de Schönberg

Programación en La Graciosa

Otro desafortunado desprecio. No entender que los gracioseros, que pagan impuestos como todos los demás y que contribuyen al desarrollo de Canarias como el que más, al igual que tienen derecho a una educación pública o a la sanidad pública lo tienen también a la cultura pública en las mejores condiciones posibles, resulta zafio y mezquino. Máxime viendo como su iglesia se ha llenado, incluso con gente de pie, para todos los conciertos del Festival convirtiéndose en la Isla que, además, más público ha aportado proporcionalmente en base a su población (en torno al 40%). Si en las capitales asistieran la misma proporción a los conciertos estaríamos hablando de 300.000 personas.

Presencia de bandas municipales

Este es uno de los errores más comunes por desconocimiento (o mala fe). Si dos profesores de viento preparan un repertorio clásico, será un dúo y podrá actuar en el FIMC. Si fueran tres sería un trío y también podrían. Si seguimos añadiendo profesores podrían ser, por ejemplo, un octeto, como el de la Mahler, y también pueden actuar como de hecho han hecho este año con un éxito total. Da igual si esos profesores también tocan rock, jazz o pasodobles fuera del Festival. Si se unen a tocar repertorio clásico, son bienvenidos al FIMC. Pero si esos mismos profesores de viento son muchos más, pongamos cuarenta, como pasan de llamarse octeto a llamarse banda, ya está prohibido. ¡Un dislate mayúsculo!

Banda Sinfónica de Tenerife

La Banda Sinfónica de Tenerife ha ofrecido cuatro conciertos memorables que no solo ha tenido al público en pie aplaudiendo sino que no ha habido un solo crítico, un solo musicólogo, ni un solo profesional que no haya reconocido su magnífica intervención (ver abajo todas las críticas). Y si habláramos de la labor pedagógica que durante siglos han significado las bandas en todo el mundo, sobre eso necesitaríamos un artículo específico.

¿Que el Auditorio Alfredo Kraus no estaba lleno? Cierto, pero ¿cómo habría de estar si Pomares y todos sus amigos, desde hace seis meses, se han dedicado a profundizar en el prejuicio sobre las bandas, ninguneando e insultando a magníficos profesionales, en vez de ayudar a hacer entender a la ciudadanía que las bandas están integradas por profesores de música que sabiendo tocar pasodobles en las plazas, también saben, y muy bien como ya demostraron, interpretar repertorio sinfónico que, además, tiene una maravillosa riqueza tímbrica que nada tiene que envidiar a cualquier otro tipo de formación musical? Riqueza tímbrica que precisamente necesita de un auditorio para poder ser disfrutada en total su magnitud, como es el caso del Extrem Make Over que interpretó la BST.

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La Banda Sinfónica Municipal de Las Palmas de Gran Canaria comienza mañana domingo su gira con el director Oscar Navarro y con Radovan Cavallin al clarinete, que aunque para Pomares eso del clarinete no tiene valor, sé que darán unos conciertos al más alto nivel y que gustarán muchísimo al público que acuda no coaccionado por las declaraciones del neófito en cuestión y todo el ruido mediático en torno al tema.

Agujero de 400.000 euros que es lo que le va a costar a Canarias Cultura en Red

¿Cómo sabe con seis meses de antelación que son 400.000 euros y no otra cantidad? ¿No serán 1.348.435,27 euros? ¿O 477.637,12? ¿O tal vez 1.205.000 euros? ¡Ah, no! Eso fueron las pérdidas en el año 2007, 2008 y 2009 cuando sus amigos eran los que dirigían el Festival y no dijo ni mu como absolutamente ninguno de ellos.

El más estrepitoso de los fracasos

Más conciertos, en más municipios, más variedad de estilos, calidad avalada por críticos, expertos y musicólogos en su totalidad (ver abajo los enlaces a las críticas), más actividades docentes, más patrocinadores, más estilos, mayor número de asistentes y estos de edades más diversas y de diferentes capas sociales, precios más asequibles, profesionalización del Comité Asesor del FIMC, mayor número de conciertos gratuitos, mayor participación de creadores canarios, mayor participación de intérpretes canarios (en esta edición han habido más compositores e intérpretes canarios que en las 10 últimas ediciones), mayor participación de jóvenes, mayor impacto mediático (3.908 menciones frente a las 1.321 de la pasada edición en el mismo periodo), 88% de menciones positivas frente a un 7% de descontentos, y en cuanto a los ingresos, a pesar de la gran rebaja de precios, se sigue manteniendo la estimación inicial.

Cierto es que la campaña de acoso y derribo, como se explica en el artículo Las profecías que se autocumplen, consigue su efecto y puede hacer peligrar los ingresos bajando la media que se obtuvieron en los 15 primeros conciertos. Como también es cierto que mientras en La Graciosa fue mucha gente, en Teror ha ido muy poca. Hay que analizarlo e intentar poner soluciones porque con dinero público, la cultura debe ser accesible para la mayor cantidad de canarios, en la medida de lo posible e independientemente de su municipio de residencia y estatus social. Si la gente no va a los conciertos en determinados municipios ¿por qué entonces se invierte un dineral en hacer magníficos auditorios para sus residentes? ¿No es un contrasentido invertir millones de euros en grandes auditorios y luego no programar nada porque ‘no va la gente’? Tendremos que buscar el equilibrio entre continente y contenido y seguir ‘cultivando’ para que la gente acuda a estos espacios. Y también habrá que poner sobre la mesa el cómo colaboran Cabildos y Municipios para que sus conciudadanos acudan a las actividades.

Pero no nos olvidemos, en cualquier caso, que hablamos de un problema perenne. En otras ediciones nos hemos encontrado los grandes auditorios capitalinos vacíos, porque no es un problema nuevo, como ya ocurriera, por ejemplo, con el reputado compositor y director Krzyztof Penderecki que tocó en un Alfredo Kraus vacío. Y todo promotor sabe que la crisis ha afectado a todos los eventos que no sean realmente de ocio y muy comerciales (y hasta incluso así hay pinchazos).

¿Se puede hablar de «estrepitoso fracaso» con todos estos datos de crecimiento tan apabullantes? ¡Todo lo contrario!

Quantum Ensemble

Nunca antes se había producido una caída tal de la participación de los aficionados y una deserción del público

Si el año pasado acudieron 24.000 personas a todas las actividades del Festival y este año, faltando 25 conciertos, ya han acudido más de 25.000… ¿Qué significa para Pomares ‘deserción’?

Alguien, jugando a ser listo, podrá decir que al haber más conciertos, aunque vaya menos gente a cada concierto, la suma final es mayor. Correcto. Pero si con el mismo presupuesto público del año pasado, 1.300.000 euros, consiguen hacer más conciertos de calidad (ver las críticas más abajo) llegando a más municipios y logran que personas que nunca antes habían visto un concierto lo puedan escuchar por primera vez y encima todas las críticas de expertos y musicólogos hablen muy favorablemente del contenido programado (ver las críticas más abajo) … ¿Dónde está la caída de participación?

Un amigo que toca el clarinete

Aquí ya Pomares perdió cualquier atisbo de dignidad que pudiera quedarle. Primero porque pretende quitarle valor a Nino Díaz porque ‘toca el clarinete’. ¡Muy bien, Pomares! No solo lo canario no tiene nivel para tu visión del mundo sino que los clarinetistas tampoco merecen tu respeto. Diez años de carrera superior no son nada relevante para ti.

Pero es que además del título de Profesor Superior de Clarinete, Nino Díaz, tiene el de Profesor Superior de Armonía, Contrapunto, Composición e Instrumentación, también el de Profesor Superior de Dirección de Orquesta y un Máster en Gestión Cultural, siendo, además, uno de nuestros más importantes valores canarios como explica Antonio Cabrera en un extenso artículo sobre el perfil del coordinador de este Festival. Una simple mirada a su amplio currículo sirve para darse cuenta de que por estudios realizados y por experiencia, es una de las pocas personas apropiadas para iniciar el proceso de innovación que necesita el FIMC antes de que muriera definitivamente.

Más de 400.000 euros de déficit que dejará el Festival

Y vuelve, seis meses después, exactamente con la misma cantidad de déficit… ¿Por qué no ha aumentado o bajado en seis meses unas decenas de miles con más 60 conciertos realizados? Cualquier afirmación tan categórica hay que fundamentarla con datos. Datos que han ido variando cada día. Pero usted dijo una cifra hace seis meses y sigue con el mismo estribillo… Module a una tonalidad aunque sea cercana, pero con datos.

 

Conclusión

Francisco Pomares ingresó en 2011 en el Instituto de Estudios Canarios, con un discurso sobre ‘La crisis del papel y el ocaso de la prensa escrita‘… ¿Pero cómo no va a ser el ocaso si quienes tienen la obligación de contrastar la información y transmitirla de forma veraz a la opinión pública se dedica a decir disparates sobre temas que no conoce y que mezcla deliberadamente con política, que es su especialidad y su único fin (como muestra su trayectoria y uno de sus últimos libros titulado ‘Poder, dinero y CoCa, sobre la fundación de Coalición Canaria‘).

Como explica su propio currículo, desde que empezó a escribir en La Provincia, su trabajo como periodista ha estado fundamentalmente vinculado a los medios de comunicación del Grupo Prensa Ibérica en Canarias y en 1997 fundó el periódico la Opinión de Tenerife, que dirigió ininterrumpidamente durante sus primeros ocho años. Así que sus amistades y pleitesías están claras, como se explica en este artículo sobre el quién es quién en el Festival.

Pero si hasta la aparición de Internet, la ciudadanía solo podía acceder a la información que se transmitía en los mass media (que dependiendo de quién los financia dan una versión o la contraria), ahora es la propia gente que desde su Facebook, Instagram, Twitter o bitácoras sacan fotos y cuentan lo que ven, lo que viven, lo que sienten… ¿Como no van a estar en crisis ustedes y con expedientes de regulación de empleo cada dos por tres?

Queda claro que a usted solo le mueve la política, que de música y festivales no tiene ‘ni pajolera idea’, mucho menos como para estar dando lecciones a nadie, y que es capaz de inventarse y publicar cualquier cosa que con tal de que le ayude a su fin político.

Pero hay algo todavía muchísimo más grave en su adn. Decía Nino Díaz que nos falta superar el complejo de inferioridad que tenemos. Y usted es uno de los culpables de que este complejo se perpetúe. Llega de Madrid para decirnos que nuestros compositores, nuestros músicos, nuestras orquestas, nuestros profesionales no tienen nivel. Viene para afirmar que si queremos un Festival de nivel debe ser con caras orquestas foráneas que espachurren el paupérrimo presupuesto que tiene cultura, el más bajo de toda España y de Europa (numéricamente y proporcionalmente), para que solo 1.100 abonados de las capitales disfruten de un Salzburgo canario mientras dejamos a su suerte a los profesionales canarios y nos olvidamos de formar a nuestros jóvenes en alta cultura. Y, de paso, que los gracioseros no se merecen escuchar música de calidad.

Usted ha venido a revivir un término que ya estaba en decadencia y que no quiero ni mencionar porque yo mismo no he nacido aquí y solo soy canario de adopción. Usted, y la gente como usted, es lo peor para Canarias porque se atreve a hablar mal de lo nuestro intentando quitarle su innegable valor. Y lo hace desde su posición de vocero bien relacionado con los grandes medios y faltando al más mínimo rigor periodístico y faltando también el respeto a su profesión que, por cierto, también es cultura.

Usted no quiere que superemos el complejo de inferioridad, quiere hundirnos en él. Para esto, vuélvase a su tierra. Pero si quiere ayudarnos a construir una Canarias más culta, más grande y más competitiva, deje de faltar el respeto a nuestros trabajadores del sector de la cultura, deje de hablar mal de nosotros y estaré encantado en que trabajemos juntos para este buen fin. Nunca es tarde si la dicha es buena.

Pero tenga claro que el nivel cultural de Canarias jamás lo darán las orquestas foráneas que vengan a trabajar aquí. Igual que el nivel cultural de Alemania no lo dan los canarios que vamos a dar conciertos allí.

Nuestro nivel cultural lo está dando este año Juan Hidalgo, la Banda Sinfónica de Tenerife, la Banda Sinfónica Municipal de Las Palmas de Gran Canaria, el Ensemble Villa de la Orotava, Felipe Neri, Gustavo Trujillo, Ramón Betancor, Manuel Gómez Ruíz, Leandro Martín, Irina Peña, Gustavo Clemente, Gonzalo Díaz Yerro, la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, Juan Manuel Ruíz, la Orquesta Sinfónica de Tenerife, Carlos Costa, Quantum Ensemble, Marina Hervás y todo el equipo de producción del FIMC (seguro que me dejo a alguien en el tintero, disculpas). ¡Estos son los que marcan nuestro nivel cultural, nuestros profesionales! Exactamente esos a los que usted lleva seis meses despreciando e insultando públicamente.

También el nivel cultural lo marcan los ciudadanos con su nivel educativo y su capacidad para aprender, apreciar y disfrutar los contenidos ofrecidos con la programación, por supuesto.

Y los artistas invitados que vienen desde diversas partes del mundo, sin lugar a dudas también ayudan al crecimiento cultural de nuestra sociedad y, de paso, nos corroboran si, efectivamente, estamos a un buen nivel, como ha quedado demostrado entre nuestros profesionales, al menos para mí.

Pero el nivel cultural de un pueblo lo da su gente. Y a esta gente no se le puede estar asustando y metiéndole miedo con terremotos, misereres, muertes y ruinas como llevan ustedes haciendo desde hace seis meses desde sus medios de comunicación a la vez que desde sus puestos privilegiados presionan a las distintas administraciones para imponer su voluntad.

Dejen que las personas tomen sus propias decisiones y saquen sus propias conclusiones. Dejen que la gente se acerque a los conciertos que quedan del Festival para disfrutar de la grandeza de la música y sus artífices.

Lo que opinan los profesionales sobre la calidad de los conciertos del 33 FIMC

Es de justicia hacer observar que no ha habido ni un solo crítico o musicólogo, tanto locales como foráneos, que no haya valorado positivamente los programas e interpretaciones de los conciertos que se han producido hasta la fecha. Así mismo, toda publicación que tratara exclusivamente sobre cuestiones musicales ha sido positiva hasta la fecha. Así lo demuestran estos 52 enlaces a diferentes medios.

Por fin el Festival de Música tiene carácter propio

La música cargada de sentidos

Un brujo, un violinista y una orquesta

El Chaman toma el Auditorio

El Chaman abre el camino

El concierto de la bienvenida

Gustavo Trujillo y F. P. Zimmerman, lo mejor de la apertura

Marina Hervás: “Este festival abre un diálogo entre épocas y estilos”

Cañamazo de transición

Arranca el FIMC: MCO y Zimmermann

Zimmermann, Doctor Doom y otros superhéroes

Mahler Chamber Orchestra, el icono del cambio

El octeto de la Mahler suena meridiano

El Cuarteto de Cuerdas de La Habana acerca sus sonidos latinos a Arona

¡Mirad el Sol! (Seht die Sonne)

Los Gurrelieder brillan en Tenerife y Gran Canaria

Una superorquesta para Schönberg

Las orquestas isleñas, unidas por primera vez

”Gurrelieder” une a las orquestas canarias: un hecho épico

David Lacruz:» La apuesta de reunir a las dos orquesta ya merece un aplauso «

Las dos orquestas canarias suenan juntas al fin en el Auditorio

Orquestas que hacen historia y continuación

La gran orgía sonora de las Canciones de Gurre

“Gurrelieder” o la cuesta de enero

Javier Negrín abre nuevos rastros de las Goyescas

Más de 550 niños y jóvenes estudiantes se unen en el proyecto Sigue la Música

Un pasacalle de más de 500 estudiantes toma las Islas al ritmo de ‘Sigue la música’

La música antigua de Accademia del Piacere rinde homenaje a Durón

La academia del placer infinito… ¿Te la perdiste?

Placeres académicos y maneras de tañer

LA VENTANA (CADENA SER) sobre el FIMC

Pedro Barboza improvisa y «teje» un universo abierto a dos orillas

Por fin, la improvisación libre presente en el Festival de Música de Canarias

Voces en Patchwork sobre Barboza

Con Pedro Barboza, compartir y liberar sonidos

Las Labèque consideran «cruel» ‘La consagración de la primavera’

Entre los colores del ritmo

Las magníficas Labèque, con Stravinsky y Bartok

“El Festival de Música de Canarias es parte de mi memoria sentimental”

En el Leal, “Goyescas” originales y visuales

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Eros y Thanatos en un Granados expresionista

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La Banda Sinfónica de Tenerife hace historia en La Graciosa

El paraiso graciosero estrena sinfonia

Partitura histórica en la octava isla

Un sonido vale más que mil imágenes

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Nada menos que Debussy, Ravel y Falla

Uno de los conciertos más esperados

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Zíngaros, el Quantum y el Qua