Mentira nº 4 sobre el Festival de Música de Canarias: Los mercenarios de la Consejera Mariate Lorenzo

mentiras sobre 33 FIMC

Después de desmontar la mentira nº1 que decía que la programación del 33 FIMC era mala, la nº 2 que afirmaba que el público había huido en desbandada y la tercera que se refería al indiscutible prestigio internacional, le toca el turno a la cuarta mentira que se viene difundiendo desde varios medios de comunicación en estos días y que asegura que los que han hablado bien de esta edición del Festival solo son mercenarios de la Consejera Mariate Lorenzo. Personas que estarían escribiendo a cambio de dinero o cualquier otra contraprestación, especialmente los colaboradores de este medio, conmigo a la cabeza.

Exactamente igual que en las otras tres mentiras, no se aporta absolutamente ninguna prueba pero se repite muchas veces y, a poder ser, gritando mucho y muy enfadado.

Los mercenarios

Hace unos días publicamos el segundo informe de escucha social y análisis de medios digitales de MMI Analytics, en el que se certificaba que de las 4.114 menciones al 33 FIMC, el 89% eran menciones positivas. Hablamos de 3.669 menciones entre las que se encuentran los artículos publicados por los propios especialistas de los periódicos que ahora están totalmente en contra, como quedó aclarado en la mentira nº1.

Solo en los canales de Global Cultura han escrito sobre el 33 FIMC José Brito, el colectivo Juan Sinmiedo, Daniel van Profles, Teo Nadal, Alexis Hernández, Antonio Cabrera, Salvador Mir, Miguel Rodríguez, Dávide Paiser, Victoriano Santana, Juan Márquez o el que suscribe estas líneas, sin haber cobrado del Festival, Canarias Cultura en Red, Consejería o Consejera ni un euro por escribir, opinar o pensar sobre el FIMC.

Un simple vistazo al muro de Facebook de la Consejera también sirve para entender que la inmensa mayoría apoya los cambios del Festival y, no solo eso, piden profundizar en ellos.

¡No hay dinero suficiente en cultura como para pagar a tantas personas!

La cultura canaria en los medios

Todos los canarios que pintan, componen, escriben, crean esculturas, editan o producen, hacen cine o documentales, diseñan coreografías o videojuegos o, en definitiva, trabajan en el sector de las Industrias Culturales y Creativas en Canarias que, dicho sea de paso, generan más empleo y aportan más al PIB que la industria automovilística o el sector energético, según el informe de EY -antigua Ernst & Young-, sabemos del espacio, del tiempo y del interés que, desgraciadamente, dedican la mayoría de medios a nuestro trabajo.

Todos los que cotizamos como autónomos y pagamos nuestros impuestos bajo uno de los epígrafes de actividades económicas del sector, sabemos del poquísimo espacio que se le dedica a la cultura en general y, en particular, el infinitesimal que se le dedica a nuestros creadores canarios.

Todos comprobamos diariamente, con tristeza e impotencia, cómo publican y hablan de exposiciones, conciertos y artistas muy lejanos que, por si fuera poco, se interesan más por su vida sentimental que por su obra, mientras se ningunea descaradamente a los que tenemos aquí. Y no es porque aquí no se haga nada. Muy al contrario. Una simple visita a nuestro espacio en Facebook sirve para comprobar que cada día hay un montón de eventos culturales en Canarias que no tienen presencia en los mass media, salvo honrosas excepciones.

Pero nos frustra todavía más el comprobar el cómo personas que no tienen ni idea de cultura, gente que normalmente opina de fútbol, o de economía, o de medio ambiente, o de política, o de todo a la vez, sientan cátedra sobre nuestra especialidad y pretenden, hasta exigen, influir en las políticas culturales. ¡Un dislate en toda regla!

Dislate que el sector no está dispuesto a tolerar más. Como ha sido el caso de un conocido músico que al comprobar in situ la incompetencia de algunos periodistas que en la rueda de prensa del Festival no hicieron ninguna pregunta sobre cuestiones musicales, se quejó de tal extremo y ha sido acusado de «insultar a los periodistas».

La realidad es que son minoría, como ha quedado claro en el estudio de impacto, pero gritan mucho.

Canarias Cultura

Por esta razón nació a principios de este siglo Canarias Música y posteriormente Canarias Cultura, El Hierro Cultura, La Palma Cultura, La Gomera Cultura, Tenerife Cultura, Gran Canaria Cultura, Fuerteventura Cultura, Lanzarote Cultura y Timple.com.

Unos canales especializados en cultura, autogestionados y participados por más de 100 colaboradores dedicados a la cultura, para poder difundir y promocionar nuestro trabajo en artículos y noticias con licencias libres (libres de derecho de autor) para que puedan moverse libremente por Internet.

Todos somos profesionales de la cultura que cotizamos como autónomos, que pagamos nuestros impuestos bajo los epígrafes del sector, personas que viven por y para la cultura y que solo opinamos de lo que sabemos y para lo que hemos estudiado: cultura.

Libre pensadores que solo queremos que, de una vez por todas, Canarias tenga el nivel cultural que se merece y que esté en concordancia a la media europea. Una cultura que pueda ser disfrutada por la mayoría de los canarios independientemente de su condición social o lugar de residencia.

Tan solo en Canarias Cultura hemos tenido 46.464 usuarios que han generado 65.381 sesiones para leer 98.578 páginas durante este Festival. Y gracias a la página oficial del Festival en Facebook más de 60.000 veces alguien dijo que le gustaba lo que leía sobre el Festival. O el blog oficial del FIMC, dirigido por Marina Hervás, ayudó a entender un poco mejor la música culta a 12.000 personas.

El síndrome de Goliat

Lo que subyace detrás de todo este asunto no es más que el miedo a que David pueda contra Goliat. Que Internet pueda con el denominado cuarto poder.

A nadie se le escapa ya la estrategia de siempre de este cuarto poder: presionar a los políticos de los distintos niveles para poder seguir con su cuota de poder. O haces lo que quiero o te machaco en mi medio. Así de simple. Así de efectivo.

Pero como explica Pedro Hache en una entrevista, el experto en marketing digital y redes sociales: «Los canarios con sus likes, compartidos, comentarios y asistencia demostraron día a día que apoyaban el nuevo rumbo del FIMC a pesar de las campañas de hostigamiento contra el Festival por parte de algunos medios. Es lo bueno de las redes sociales. Ya no es lo que cuentan los medios lo importante. Lo importante es lo que opinan con sus interacciones los usuarios. Y las cifras están ahí para lavarle la cara a más de uno».

¿Quiénes cobran del FIMC?

Lo más curioso del asunto, lo que ningún medio de estos está interesado en que se sepa, es que ellos sí que han venido cobrando durante todos estos años del Festival de Música de Canarias de forma directa y recibiendo, además, abonos y entradas. Pero han pedido las cuentas y transparencia y la van a tener. No porque la hayan pedido ellos, sino porque desde el principio la Consejera y el nuevo Director del FIMC prometió mayor transparencia para esta edición.

Por otro lado solo hay que ver sus páginas llenas de logotipos, tanto del Gobierno de Canarias como del Gobierno de España o de Europa, porque ellos sí reciben subvenciones sustanciosas y contratos publicitarios. Lo mismo de los banners publicitarios que jamás regalan. Lo cual me parece bien ya que si existen esas subvenciones, patrocinios y esos contratos publicitarios que los aprovechen.

Lo que no es de recibo es que ellos, cobrando dinero directamente del FIMC, se dediquen al acoso y derribo del mismo mientras acusan al sector de pensar y escribir a sueldo. Es lo que faltaba por ver, oír y leer.

Conclusión

Ni yo, ni mis colaboradores, ni nadie que yo sepa, hemos percibido cantidad alguna por escribir, divulgar o si quiera pensar sobre el FIMC ni bien, ni regular, ni mal… ¡Salvo los periodistas que han hecho las notas de prensa de FIMC, lógicamente!

Son los medios de comunicación tradicionales los que han venido percibiendo dinero, abonos y entradas directamente del Festival y es muy importante que se aclare en las proporciones en que se han repartido y saber también quiénes han sido los responsables de ese reparto.

Dice el segundo acuerdo de la tradición tolteca que cuando alguien dice algo de ti no lo debes tomar como algo personal porque en realidad están hablando de ellos mismos. En este caso, desde luego, se cumple a rajatabla.