“La escritura de Galdós traspasa los límites geográficos y rompe los códigos”, destaca el profesor costamarfileño Kouadio Djoko en el marco del XI Congreso Internacional Galdosiano

Luis Stephare Kouadio Djoko, Université Felix Houphouët Boigny. Costa de Marfil.

Galdós echa raíces en África. Y tiene embajadores. Así le gusta definirse al profesor Luis Stephane Kouadio Djoko, profesor del Departamento de Estudios Lationamericanos en la Universidad Félix Houphouët Boigny de Costa de Marfil. “Tengo cerca de cuatrocientos alumnos y alumnas hasta el tercer año de carrera que estudian y leen a  Galdós”, explicó hoy en el marco del XI Congreso Internacional Galdosiano que se celebra hasta este viernes en Las Palmas de Gran Canaria.

“Galdós escribe de una manera que sumerge al lector en lo que ocurre y esto facilita la comprensión, permite la destrucción de los códigos y rompe también las barreras de países y continentes. Él habla sobre la profundidad humana, sobre la verdad, sobre cómo deben funcionar las relaciones entre los seres humanos. Y esto es algo que traspasa los límites geográficos”, señala.

“La obra de Galdós”, añade Djoko, “es a mi juicio atemporal. Los políticos deberían leer a Galdós para darse cuenta de una cosa: el mundo no puede cambiar sin la cultura y la aceptación de la diferencia. Los marginados deben desaparecer porque la marginación es la fuente de los conflictos”.

A su entender, el escritor grancanario alrededor del cual gira el cónclave organizado por la Casa-Museo Pérez Galdós, de la Consejería de Cultura del Cabildo, “nos abre la mente y el espíritu para que seamos conscientes de que el mundo funciona gracias al conocimiento y la cultura”.

Trayendo al presente el legado galdosiano, el profesor costamarfileño destaca la actualidad y la importancia de su mensaje sobre la igualdad. De hecho, su ponencia en el día de hoy, titulada ‘Dimensión trágica y personalidad del personaje de contestación en Benito Pérez Galdós. ¿Una escritura inspirada en las luces’, abordó la oposición del autor “a una forma de esclavitud” como es la dependencia de las mujeres en la sociedad.
Djoko, por otro lado, se mostró “maravillado” con la oportunidad de conocer la tierra natal de Galdós y de poder compartir conocimientos y la pasión galdosiana con noventa ponentes llegados de once países diferentes. Un universo donde él ha abierto una ventana hacia África.