Don Francisco Tarajano

Un día como hoy 15 de mayo, cumpliría 95 años, pero el óxido inescrutable de la vida prendió en su cuerpo su último fulgor. Pero al contrario de otras personas, Tarajano sigue vivo, no sólo en la memoria colectiva de todos nosotros, sus obras son eternas y con ellas siempre estará presente. Las semillas que plantó han crecido y siguen esparciendo su sabiduría popular.

Porque si alguien ha dado continuidad a la cultura amasike, defendiendo la canariedad con letras mayúsculas, ha sido el Amusnau Tarajano, en gran parte a través de la recuperación de la importantísima oralidad de nuestros canarios antiguos y modernos, además de estudiar y expandir los aspectos lingüísticos o etnográficos.

Pero su obra tiene un grandísimo valor porque dejó clara la gran contradicción colonialista y el miedo a África, introduciendo la literatura canaria dentro de la literatura africana, utilizando esa oralidad para darle continuidad a los aspectos ocultos de nuestra historia, rompiendo la aculturación o si se prefiere la ocultación de lo nuestro.

Con Tarajano los canarios antiguos y amasikes mantienen su supervivencia, él nos transporta a esa cadena cultural que se creía desaparecida. Tarajano se preocupó por la etnografía, por las tradiciones, por la cultura oral y así nos la transmitió porque era un verdadero Amusnau.

Ya Mouloud Mammeri decía: «El Amusnau es el que crea y transmite los valores…», «No sólo es el conservador de una cultura», «El no se contenta con transmitir la cultura anterior a las generaciones siguientes. Porque no se trata de una transmisión mecánica. El Amusnau se enfrenta a la nueva situación, al nuevo siglo, y le encuentra nuevas soluciones, sacadas de su propia cultura y no del exterior…»
Así era nuestro poeta, un intelectual auténtico que realizó su trabajo para el pueblo canario pero siendo universalista a la vez, ya que su obra está llena de identidad, pero dentro de un espacio de toma de conciencia.

No le concedieron el Premio Canarias de Literatura, porque había que enviar su obra al ostracismo, políticamente era un problema, ya que sus poemas y escritos hablaban también de librarse de la servidumbre, de liberarse del colonialismo…eso nunca se lo perdonaron…¡pero Tarajano sigue vivo! porque toda la oralidad que le fue transmitida, él la transmitió por escrito, recuperándola para nosotros y haciéndonos vivir la continuidad histórica y cultural que se creía rota, pero a su vez, integrándonos en los cambios y en la nueva realidad.

Por siempre, Mil gracias Tarajano!!

Pedro J. Brissón – Ajey Rock