Diego Barber tocando su guitarra

El máximo ideal de un artista es lograr un lenguaje propio. Algo que lo identifique de forma exclusiva. Para ello es muy importante recibir una buena formación y aprovecharla. Como dice el compositor Luis de Pablo «hay que estudiar todo lo que han hecho los demás antes que tú para no repetirlo».

Diego Barber es un joven artista que desde sus inicios cumplió esta máxima a pies juntillas. En su Lanzarote natal estudió con Toñin Corujo y Miguel Angel Calzadilla. Continuó en Salamanca, Madrid, Atenas y Salzburgo con los mejores profesores trabajando duro. Y definitivamente se afincó en Nueva York, en el centro del Jazz mundial, donde firmó con el prestigioso sello discográfico Sunnyside Records publicando su primer trabajo titulado Calima con el batería Jeff Ballard, el bajista Larry Grenadier, y el saxofonista Mark Turner. Posteriormente editó The Choice reuniendo de nuevo a Turner y Grenadier, al saxofonista Seamus Blake, al batería  Ari Hoenig y al bajista Joahnnes Weindenmueller. Estos trabajos le han llevado de gira por medio mundo en los más importantes festivales de Jazz y Nuevas Músicas.

Barber es uno de nuestros más importantes creadores canarios, con una personalidad musical arrolladora, un carácter afable, humilde y positivo… ¡Uno de los grandes! Su debut discográfico nos muestra a un virtuoso de la guitarra española, con un universo personal e intransferible, con una riqueza en la expresión y una capacidad de improvisación superlativa. Pero por su juventud y talento es de suponer que todavía le quedan muchas más genialidades que ofrecernos.

Verán que no es una persona de hablar, lo suyo es subirse a un escenario y hacer música. Pero si su música es de alto octanage, su pensamiento no lo es menos y debería servir para las nuevas generaciones de músicos canarios.

– ¿Dónde comenzaron sus estudios musicales?

«Inicié mi formación en Lanzarote con clases de Toñín Corujo y en el Conservatorio de Arrecife con Miguel Angel Calzadilla»

– Después vinieron Madrid, Salamanca, Atenas y Salzburgo donde se graduó finalmente…

«La verdad es que he tenido la suerte de viajar y acceder a maestros como José Ramón García, Ricardo Gallén, Costas Cotsiolis, Marco Tamayo o Eliot Fisk para formarme con ellos. ¡Un privilegio!».

– ¿Y profesionalmente dónde comenzó su carrera?

«Indudablemente en Nueva York».

– ¿Cómo ha cambiado desde sus inicios hasta hoy?

No han sido cambios drásticos… son evoluciones. Mi formación fue clásica. He hecho y hago jazz y ahora música electrónica.

– Claves del éxito, principales fortalezas y debilidades…

«La clave del éxito es la paciencia. Mi fortaleza es que creo en mí. Mis debilidades son muchas, por ejemplo mi poca organización para negociar con mi música» (risas).

– ¿Qué destacaría de sus trabajos pasados?

«Quizá lo bien que he sabido elegir a los músicos que me acompañaron para la música que estaba haciendo en cada momento».

– ¿Qué proyectos realiza en la actualidad?

«Estoy a punto de sacar dos CDs. Uno con mi compañía de discos Sunnyside, un disco a dúo piano y guitarra con Craig Taborn – todo un desafío para mí – que saldrá para verano. Y el 21 de mayo publico con Origin Records un proyecto electrónico con mi amigo y músico Hugo Cipres«.

– ¿Qué le apetecería hacer en el futuro?

«Quizá seguir con la música electrónica. Llevo unos años muy interesado en esa música y descubrir nuevas vías. También me gustaría grabar un disco con repertorio clásico…»

– ¿Por qué se ha afincado en EEUU y no en alguno de los denominados BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica)?

«Básicamente porque musicalmente y para el jazz N.Y. es el top del mundo. Aquí aprendes aunque no quieras. En mi caso, además, la ayuda de mi familia para comenzar en N.Y. fue decisiva. Mi hermana mayor vive allí y ni tan siquiera pasé los primeros tiempos con demasiada añoranza. Nunca me planteé ir a Sudamerica, ya que mi tipo de música, no creo que allí, en un principio, hubiera tenido éxito. Sí es verdad que hace poco, cuando Ricardo Gallén extrenó mi sonata en México y fui invitado, vi el enorme amor que allí se le tiene a la guitarra».

– ¿Cómo le afectan los recortes y la situación actual en EEUU? ¿Se nota algo allí? Como se dice coloquialmente… ¿Atan los perros con longanizas en EEUU?

«La crisis afecta muchísimo. Aquí en N.Y. también noto la crisis, sobre todo en la música, pero el respeto a los músicos no ha cambiado.

No se atan los perros con longanizas ni muchísimo menos. Hay mucha competencia y esta es de gran calidad.

En época de crisis a veces sale lo mejor, pero me temo que también se deben desperdiciar grandes talentos.»

– ¿Conoce la situación en Canarias? ¿Qué opinión le merece?

Me apena que no se pueda ayudar más a los artistas y a toda esa gente que está haciendo grandísimos trabajos. Fíjate que lo lógico sería que las instituciones nos ayudaran en nuestras Islas, de allí dar un salto a la península y luego ya un poco consolidada la carrera, salir a cualquier sitio (esto creo en todos los ámbitos de la cultura). Pero, si te fijas, en España casi nunca ocurre así. A Almodovar solo le ayudaron y le dieron un Goya cuando ya tenía un Oscar, por poner un ejemplo.

– ¿Qué opinión le merecen las políticas culturales en Canarias?

No veo a la gente demasiado contenta.

– ¿Le ha contratado o apoyado alguna institución canaria?

En mi isla jamás me han contratado desde ninguna institución, y eso que contaba con buenos amigos allí. Supongo que si esto ha sido en epoca de bonanza, ahora sería casi imposible.

– Entonces, según su experiencia… ¿La solución pasa por salir de Canarias?

«Con el panorama actual y los grandes recortes, hay que salir fuera. Mi caso es una excepción ya que sin ayudas a veces es casi imposible. Esto es una carrera de fondo y es complicado hacer varias cosas a la vez. No sabe uno en realidad cuando va a poder mantenerse de su auténtica profesión.

– ¿Cuáles son los principales cambios actuales en la música? ¿Cómo cree que va a desarrollarse el negocio de la música en los próximos años?

«La música de minorías lo seguirá siendo. Prefiero no pensarlo».

– De la concepción del mundo de la música que tenía cuando vivía en Lanzarote a la visión que tiene ahora… ¿Cuáles son las principales diferencias?

«Felizmente sigo idealizando todo. Y cuando flaqueo..me pongo a Bach».

– ¿Le debe a alguien lo que es hoy?

«Sí, a mis padres. Por otro lado solamente han habido dos personas que me han ayudado en Canarias y las dos en Las Palmas. Uno eres tú y el otro el Colorado (por darme la oportunidad de llevar esos americanos a mi casa, a Canarias). A los cuales estoy inmensamente agradecido».

– Gracias por las flores. Su padre era bajista y estuvo en Inglaterra. Incluso llegó a hacer una prueba para un famoso grupo de la época… pero su abuelo le quitó la idea de la música para que estudiara ‘algo de provecho’… ¿Cree que su padre hizo mal apoyándolo a usted a dedicarse a la música?

«En mi casa mis padres nunca nos educaron para hacer “algo de provecho”. Nos decían que veníamos a este mundo para hacer algo especial y nuestra misión era encontrarlo y la de los padres ayudar a que esto ocurra.

– ¿Por qué en pleno siglo XXI casi nadie es consciente de que la música es una de las carreras más largas y difíciles de todas? ¿Tal vez programas como Operación Triunfo dieron la imagen de que un músico se hace bajando del andamio y en un par de meses te conviertes en estrella mundial?

«Exáctamente. Porque lo descorazonador es que a veces es así. Luego está la dignidad, claro».

– ¿Qué anécdota destacaría de su carrera?

«Más que anécdota, resaltaría el día que me vi grabando con los mejores músicos de N.Y, que fueron mis ídolos de infancia. Tenía ganas de llorar».

– Desde su experiencia ¿Qué consejos le daría a una persona que se quiere iniciar en la guitarra hoy? ¿Y qué consejo le daría a una persona que haya terminado sus estudios de música?

Humildemente si tuviera que dar algun consejo a un músico sería que encuentre profesores a los que admire, que estudie, que estudie muchísimo. Que oiga sin desfallecer música de genios. No para copiarlos, ya que no se debe uno de copiar ni a si mismo. Pero sí para inspirarse y motivarse. Que lo intentara en otros sitios, que aunque haya que hacer sacrificios y separarse de nuestra tierra, vale la pena. La vida es corta y hay que intentar todo.  Se suele uno  arrepentir más de lo que no ha hecho que de incluso las equivocaciones, y más sabiendo que músicos, pintores y artistas en general estamos hechos de una «pasta» especial».