Fernando Menis ha ganado un concurso de carácter internacional convocado en Suiza para la construcción de un complejo hotelero en el cantón del Valais, en medio de los Alpes. El proyecto presentado por el arquitecto canario se impuso al diseñado por el otro estudio finalista de los neoyorkinos Diller+Sofidio+Renfo.
Este concurso fue convocado en la ciudad de Bürchen, comuna suiza del cantón del Valais y dedicada al turismo, con estaciones esquí famosas en todo el mundo. La finalidad del certamen era captar ideas para la reconversión de una zona de la ciudad que aspira a atraer turismo no solo en invierno, sino también en verano, y que para ello apuesta por la arquitectura contemporánea de calidad.
Tres equipos de prestigio fueron invitados a competir entre sí para alumbrar el mejor proyecto posible: Coop Himmelblau (Viena), Diller & Scofidio + Renfro (Nueva York) y Menis Arquitectos (Tenerife). Estos dos últimos consiguieron pasar a una final rodeada de gran expectación.
Los afamados ‘Diller + Scofidio + Renfro’ son autores, entre otras obras, de la High Line de Nueva York (el parque situado en altura en una antigua vía del tren) , y el equipo de Menis arquitectos atesora un amplio catálogo de edificios singulares tanto dentro como fuera de España, con numerosos premios en su haber.
El jurado, reunido en la ciudad de Torun el pasado 23 de septiembre, declaró ganador por unanimidad a Menis Arquitectos. En el acta del fallo se destaca lo siguiente:
“Bajo esta premisa, el arquitecto entiende cómo armonizar el proceso de diseño y planificación rural y urbana y las necesidades de los diversos intereses locales y turístico,. El arquitecto crea y da forma porque anticipa el futuro de la sociedad.”
A continuación, se señala en la misma comunicación que:
“La decisión del jurado fue unánime. Los miembros del jurado están todos de acuerdo en que el proyecto de Menis refleja el profundo espíritu de la ubicación, y también demuestra un alto grado de creatividad. Lo que más nos impresionó fue la manera en la que trabajaron con las características topográficas. Para ser más precisos, la delicada integración en el paisaje fue un éxito rotundo.”
Fernando Menis ha explicado su proyecto en estos términos: “Nos propusimos el reto de repensar el lugar, un espacio turístico y a la vez local, y de naturaleza sobrecogedora, en los Alpes suizos, para un futuro cercano. Nos propusimos experimentar, investigar, innovar, pensar al revés, y ponernos en la cabeza del viajero del futuro y proponer –a través de la arquitectura- ideas que hagan de Bürchen-Mystic un lugar con carisma, que hagamos visible a través de la arquitectura su genius loci y que eso sea atractivo en sí mismo. El reto fue y es emocionante: ¿Cómo serán los viajeros del futuro?¿qué buscarán? ¿qué queremos que sea Bürchen-Mystic?¿Cómo es el mundo en el que queremos vivir?
Un hotel-bosque
El proyecto de MENIS ARQUITECTOS propone una nueva infraestructura en el lugar consistente en un hotel-bosque (el bosque habitado), un mercado, el templo del agua y la meditación, un lago, una plaza pública y un templo de fuego, que permite acoger el mayor número posible de actividades, dotando de especial protagonismo al paisaje, la arquitectura y otras muchas actividades complementarias a las actuales. Introduce una visión carismática de Bürchen, especialmente en la reformulación de la pradera, en suave pendiente frente al monte Bietschhorn, mediante un plano continuo verde en verano y de nieve en invierno.
Respecto al hotel, propone la creación de habitaciones mágicas, donde se puedan observar las estrellas, así como espacios para la reflexión y la meditación, donde encontrarse con uno mismo. Un nuevo lugar de peregrinación de corte laico al que acudir para encontrar la esencia del propio ser. Contempla, asimismo, otras habitaciones solitarias utilizando los antiguos graneros históricos de la zona, protegidos como patrimonio histórico y que son reutilizados por el arquitecto.
El diseño de esa nueva traza del paisaje se plantea como una abstracción del reflejo de la nieve en el exterior, utilizando materiales como el hormigón blanco con árido de cristal lavado, inspirándose Menis en la naturaleza del lugar, para concebir un parque abierto a la ciudad, cuyo perímetro se distensiona y tensiona de forma orgánica, buscando crear plazas a modo de lugares de encuentro que favorezcan la transición desde el espacio urbano y turístico a la propia naturaleza del entorno, de forma que se entienda como una propiedad de todos los vecinos y que el espacio público pueda ser utilizado en cualquier momento del año que se desee y de muy diferentes maneras, dada la diversidad de manifestaciones culturales, deportivas y festivas posibles.
Me encanta este arquitecto.