Jorge Perdigón quisiera tener a un Rubinstein

Arthur Rubinstein en 1950

En la magnífica entrevista que publicó ayer Canarias 7, que realizó la periodista Luisa del Rosario al polémico nuevo director del Festival de Música de Canarias, Jorge Perdigón, este realizó unas declaraciones que están siendo la comidilla del sector:

– Jorge Perdigón: «Las contrataciones que corren prisa son aquellas que si no se hacen de inmediato se pierde la oportunidad».

– Luisa del Rosario:  ¿Por ejemplo?

– JP: «Sí quisiera tener a un Rubinstein, ya llegaría tarde».

Tarde no, sería imposible ya que Arthur Rubinstein murió hace 35 años. Puede que el cantante palmero solo pretendiera hacer un símil fácil de entender por los neófitos, pero la cantidad de genios vivos y conocidos por cualquiera es tan grande que no resulta muy afortunado su ejemplo.

En cualquier caso, en la entrevista parece sacarse de la manga el hacer tres festivales: uno didáctico, otro de contemporánea y el ‘de toda la vida’. También habla de que no sabe si funcionará la descentralización del FIMC. ¿Pero porqué no se estudia la memoria, las encuestas de satisfacción y el plan estratégico que ya está hecho? Si no se estudia los documentos que explican lo ocurrido en el pasado ¿es que pretende partir de cero haciendo caso omiso del trabajo de los demás? Otro ejemplo preocupante es que en toda la entrevista no ha mencionado ni a la Comisión Asesora del Festival, ni a las asociaciones profesionales, ni al sector. Solo habla de sí mismo.

Todo esto se veía venir. El sector está muy molesto porque se haya denostado a un gran grupo de profesionales que se presentaron en justa lid a un concurso, para que se terminara poniendo a dedo a una persona muy cercana al grupo que ha manejado los designios del Festival, por no decir que perteneciente al grupo mismo, del que se sabía que era uno de los reales candidatos desde hacía más de un año. De ahí que ya resulte polémico su nombramiento.

Seguramente Jorge Perdigón no tenga nada que ver en este feo asunto, pero al aceptar el cargo de director, en vez de exigir ser solo un coordinador temporal y que se convoque inmediatamente un concurso con garantías, al que debería presentarse en igualdad de condiciones, ya ha pasado a formar parte del problema.