Foto de Günther HERBIG dirigiendoEn el Preludio a la siesta de un fauno Debussy plasmó el texto simbolista de Mallarmé mediante “una serie de escenas a través de las cuales van pasando los sueños y los deseos del fauno en el calor de la tarde”. Timbre, melodía, dinámica, ritmo, elementos que conforman la identidad del sonido y su estructura, se ven sometidos a una constante metamorfosis en un espacio irreal en el que el tiempo parece suspendido, y cuyos contornos tienden a disolverse entre los mágicos reflejos de la luz mórbida y un aire de sugerente abandono erótico. Richard Strauss describió en Muerte y transfiguración la agonía de un artista con un programa donde todos los detalles (el pulso irregular del enfermo, sus delirios y estertores, el terrorífico instante del fallecimiento, el extenso episodio culminante) son recreados con precisión y elocuencia insuperables. La obra, en palabras del propio Strauss, “es producto de la imaginación; no está basada en ningún tipo de experiencia personal. Fue una idea como otra cualquiera, en el fondo quizá una necesidad musical, escribir una obra que comenzase en Do menor y acabase en Do mayor. ¿Quién sabe?”. Sobre ese mismo arco Do menor – Do mayor traza Brahms su Primera Sinfonía, pieza de formidable planta que revela la ambición de un compositor decidido a hacer oír su propia voz en un género cuya continuidad tras Beethoven parecía abocada al fracaso.

DEBUSSY Preludio a la siesta de un fauno
STRAUSS Muerte y transfiguración
BRAHMS Sinfonía nº 1

Viernes, 05 abril 2013
Auditorio Alfredo Kraus, 20.30 hs.
Günther HERBIG director
DEBUSSY STRAUSS BRAHMS
ATMÓSFERAS