Los Cuentos de Bob_wide_color

Miércoles, 20 de noviembre 2013

Sueño Nr. 8 (04:20 – 04:40)
Sala A, TEA:

Después de una temporada en Berlín, volvía a estar en Tenerife. Quería quedarme en la isla durante al menos dos o tres meses y escapar así del crudo invierno alemán. Me alegré mucho tras recibir una propuesta para colaborar en una exposición colectiva, ya que hacía aproximadamente un año -el tiempo en que llevaba fuera- en que no participaba en nada parecido.

Me habían llamado del TEA porque necesitaban urgentemente una pieza que fuese espectacular y barata para una muestra sobre apariciones místicas en el arte contemporáneo. Estaba comisariada por un crítico neoyorquino y ya había sido expuesta en varias ciudades europeas. Como además de mostrar esa selección de obras producidas por artistas internacionales, se le quiso dar un toque regional, encargaron algunas piezas a creadores canarios.

Una semana antes de la inauguración, y todavía en pleno montaje, los responsables del museo organizaron una pequeña reunión informativa. La sala estaba completamente pintada de negro y ya no se accedía a ella por la entrada principal, sino caminando a través de un angosto túnel o cueva, que desembocaba en unos escalones de mampostería. Por allí estaban también Cristóbal Tabares y Encarneviva como artistas invitados. Saludé también a Lola, Estíbaliz, Emilio y Yolanda. Ignacio intentaba evitarme, no si si era por la facturita de un anterior encargo que aún quedaba pendiente.

El caso es que me habían propuesto hacer una obra sobre el único caso de estigmatización conocido en Canarias, la de fray Roberto, un monje lagunero del S.XVII. Precisamente por ello habían invitado a un jesuita especializado en el tema. El religioso estaba escribiendo un libro sobre este personaje hasta ahora desconocido y portaba en una carpeta el único dibujo existente sobre fray Roberto.

Me había traído unos tubos fluorescentes de luz negra para probar directamente allí las posibilidades de iluminación y andaba con ellos bajo el brazo por todo el espacio expositivo. Cristóbal de la Rosa me llevó hacia las escaleras de entrada y me explicó que querían algo de un formato más bien pequeño, pero muy iluminado o luminoso, ya que sería lo primero con lo que el público se encontrase.

Cogí al vuelo la idea, pero me faltaba lo principal: saber el aspecto que tenía el monje con los estigmas. Pese a intentarlo varias veces, aún no había podido ver el dibujo. El especialista religioso enseñaba el original solo a una persona a la vez y parecía que huía cuando notaba mi presencia. Sólo tras una pequeña pero intensa persecución por la oscura sala y los pasillos aledaños logré arrinconarle. Estuvimos forcejeando un rato para que me mostrase el documento que llevaba entre las manos. Finalmente logré verlo y supe porqué no me lo quería mostrar: fray Roberto era Bob, la personificación de mi inconsciente, estigmatizado.

Fray Roberto_ Oliver Behrmann

 

Oliver Behrmann

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