El ciclo ‘Queridos lunáticos’ comienza el martes, día 16 de septiembre, en el Teatro Guiniguada, con la proyección de ‘Viaje a la luna’ de Meliès y Aelita de Protazanov. Como antesala a las películas, la cinemateca canaria ha recuperado NO-DOS relacionados con la carrera espacial que ilustran como se vivieron los acontecimientos

Con la proyección de Viaje a la Luna, de Georges Méliès (1902) y Aelita (1924) de Yakov Protazanov mañana martes 16, a las 20.30 horas, en el Teatro Guiniguada en Las Palmas de Gran Canaria, se inicia el ciclo ‘Queridos lunáticos’ con el que Filmoteca Canaria, en colaboración con el Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife, se suma a la celebración de los 45 años de la llegada del hombre a la Luna.

Una interesante propuesta cinematográfica, para la cartelera de septiembre y octubre, dedicada a la carrera espacial que reúne seis películas de referencia para regresar a la Luna a través del cine.

Viaje a la luna

Antes de la proyección de las películas, se podrán disfrutar fragmentos de algunos NO-DO relacionados con la carrera espacial, para ilustrar cómo se vivieron estos acontecimientos hace unos 50 años. Esto ha sido posible gracias a la colaboración con la Filmoteca Española.

Entre finales de los años 50 y principio de los 70, la carrera espacial ocupaba un lugar importante en los telediarios, revistas, moda, música, etc. Gracias a la colaboración con la Filmoteca Española, la Filmoteca Canaria ha hecho una selección de noticiarios y reportajes producidos por NO-DO, relacionados con el espacio. Desde el Centenario de Meliés, el proyecto Apolo, Sputnik, la llegada del hombre a la luna, o la visita de los astronautas a Gran Canaria en 1969, donde se ven bailando isas junto a un grupo folclórico en el Pueblo Canario, son la antesala documental e histórica, para introducirnos en este lunático ciclo.

El cineasta francés Georges Méliès fue el primero en viajar a la Luna valiéndose de la fantasía. Primero la imaginó a un palmo de la mano en uno de sus primeros cortometrajes, La Luna a un metro (Sueños de un astrónomo), filmado en 1898. Pero no viajó a la superficie lunar hasta 1902, en su célebre Viaje a la Luna, inspirado en las obras De la Tierra a la Luna (1865), de Julio Verne, y El primer hombre en la Luna (1901), de H. G. Wells. Después de Méliès, la Luna ha sido el objetivo no sólo de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio del gobierno norteamericano (NASA), o la Agencia Espacial Federal Rusa, conocida como Roscosmos, sino también de cineastas tan dispares como Fritz Lang, Roy Ward Baker, Andrei Tarkovsky, Aleksei German, Ron Howard, John Carpenter, John Sturges, Peter Hyams, Philip Kaufman, Duncan Jones y Stanley Kubrick.

Este ciclo sobre la carrera espacial iniciada en el siglo XX mostrará mucho más, a través de los títulos Aelita (1924), de Yakov Protazanov; Atrapados en el espacio (1969), de John Sturges; Capricornio Uno (1978), de Peter Hyams; Elegidos para la gloria (1983), de Philip Kaufman; y Dark Star (1974) de John Carpenter.

Primera sesión

En Viaje a la Luna (1902) de Georges Mèliés, inspirado en las obras de Julio Verne y H.G. Wells, con 14 minutos de duración, seis valientes astronautas viajan en una cápsula espacial de la Tierra a la Luna. La primera película de ciencia-ficción de la historia se inspiró en las obras De la Tierra a la Luna (1865) de Julio Verne y Los primeros hombres en la Luna (1901) de H. G. Wells. Se trata de un cortometraje realizado con el astronómico presupuesto para la época de 10.000 francos, y suponía nada menos que la película número 400 del realizador francés, que abrió al mundo del cine una nueva puerta para contar historias fantásticas y de ciencia-ficción mediante el uso de efectos especiales.

Aelita (1924), de Yakov Protazanov, es una adaptación de la novela de Alekséi Tolstói, pariente lejano de León Tolstói. Aelita, la reina de Marte harta de vivir sometida a su despótico padre, lanza una llamada de socorro a la Tierra. Tras descifrar el mensaje, el ingeniero de la Estación de Radio de Moscú, al que se une el revolucionario Gusev, emprende un viaje a Marte en la nave que ha construido. Los dos ayudan a Aelita a derrocar al tirano, pero, a continuación, también ella implanta un régimen totalitario.