«Errando por la creación, he sentido la matriz en la que nos concebimos todos. He trascendido de todo tiempo y todo lugar hasta el momento único, eterno, dónde todos existimos. Y he encontrado la paz, la verdadera senda hacia la voluntad primordial, hacia la no existencia de la que surgiré como todo lo que es. Debe ser el camino a emprender por todos, olvidando la sumisión a nada que no sea nuestra propia voluntad, el yo mismo que surge como lo que fue, como lo que es, y como lo que será. Tales fueron tus enseñanzas, loado y amado, tú que nos llevarás a la iluminación y a la salvación. Siento tristeza por no estar personalmente a tu lado, por no ver el nuevo futuro, porque contigo se abren, fulgurantes como estrellas, los albores del mañana…»

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