Sonrisa buena, tuya…
Sonrisa buena, tuya, perdonadora de lo árido.
Como un hondo dulzor que se me abriera
al duro traer de los instantes.
Sonrisa buena, tuya; al mirarla
se olvidan los recelos, las palabras cortantes,
las frías pupilas que lastiman,
la ruin intención mortificante.
Sonrisa buena, tuya, si estás lejos,
presente te me hace.
Sonrisa sólo tuya: claridad al despertarme.
El insomnio de las altas horas, todo es luz por ti,
sonrisa amable.
Si presente te hicieras siempre, siempre,
¿qué temores habrían de asaltarme?
Y así hasta el final, ¡ay!, quien pudiera
recordarla, en el más duro trance…
¡Sonrisa sólo tuya, y siempre mía!
¡Únicamente en ti y jamás en nadie!
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© Chona Madera (poeta nacida en Las Palmas de Gran Canaria)
© Aarón Moreno Borges, 2009
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