Era una noche estrellada, con un
extraño fulgor, en la que una estrella,
se separó de su constelación y caía
lentamente, haciendo más potente,
su resplandor.
Ya me había ido a acostar, no prestando
a la estrella atención, y cuando iba a
coger el sueño, junto a mi almohada cayó.
Al contacto con la cama, se produjo una
mutación, y en un bello cuerpo de mujer,
se transformó.
Me dijo: fuera hace mucho frío, necesito
tu calor, abrázame fuerte, porque no quiero
perecer.
El calor hizo su efecto, y la naturaleza
respondió y no se como, que al final
terminamos haciendo el amor.
Me despierto al amanecer, sólo en mi cama y
empiezo a recordar, y me doy cuenta, que fue
un bonito sueño, ¡lástima que no fuera realidad!.
Juan Tejera.
www.facebook.com/juantejera.algopoetico
(Leer comentarios en Facebook)