El 24 de julio de 1984 se hacía pública la programación del 1 Festival de Música de Canarias
Tanto Canarias 7, como Diario de Avisos y La Provincia, se hacían eco de la noticia.
Es interesante observar que, por aquel entonces, ningún medio lo denominaba Festival Internacional de Música de Canarias sino Festival de Música de Canarias, sin el adjetivo de ‘Internacional’.
Pero tal vez, lo que realmente sorprenda comprobar sea que varias de las ideas «terroristas» que pretenden impulsarse ahora desde el Gobierno ya aparecían en la idea primigenia del Festival.
Una de ellas es la voluntad pedagógica del mismo: «Además de las actuaciones, se desarrollarán conferencias alusivas a la celebración del tricentenario y al festival con el aporte académico y musicológico que ello conlleva«.
Otra sería la intención de llegar a diversos puntos geográficos poco habituales: «Por otra parte, distintas agrupaciones corales y musicales recorrerán distintos puntos de nuestra geografía con el objeto de llegar a los lugares privados siempre de este tipo de manifestaciones Culturales«.
No menos importante es la cuestión de la accesibilidad mediante precios más competitivos: «Adrián Alemán, director general de Cultura del Gobierno autónomo, resaltó el carácter popular de los precios. Las entradas de general serán siempre a 100 pesetas (equivalente a 1 euro con 33 céntimos de hoy en día con la inflación acumulada incluida)«.
No menos polémica ha sido la denominada ‘cuota canaria’ o la importancia de promocionar la creación e interpretación local en un porcentaje razonable al tratarse de dinero público: «La Consejería de Cultura y Deportes tiene también programada, coincidiendo con la celebración del I Festival de Música de Canarias, la convocatoria del I concurso para orquestas y coros, dotados con 750 mil pesetas (equivalente a 10.030 euros de hoy en día con la inflación acumulada incluida)… «ya que el ánimo de la Consejería se encuentra en la dirección de promocionar y alentar este tipo de actividades musicales en el Archipiélago»«.
Reforzando esta idea basta comprobar que de los 26 conciertos presentados: 8 eran artistas o agrupaciones de las Islas (nacidos o residentes), 5 eran peninsulares y 13 extranjeros.
En este sentido es curioso que en el BOC del 21 de agosto de 1984 aparezca una Orden de 8 de agosto de 1984 por la que se convoca el concurso «Premio de Composición Islas Canarias» con el fin de potenciar la actividad musical en nuestro entorno, motivar a los jóvenes compositores y difundir en el mayor ámbito posible el quehacer musical de nuestro país.
¿Dónde, cuándo y porqué se fue perdiendo este espíritu que ahora se pretende retomar? Tendremos que seguir revisando las hemerotecas.
¿Por qué lo que antes tenía todas las bendiciones hoy se considera como cosas de «talibanes» o de «populistas»? ¡Buena pregunta!