Lothar, fuente en la que muchos bebimos. De generosidad, sabiduría, entusiasmo, ejemplo, alegría, responsabilidad, espíritu cívico, creatividad. Tenía los signos de los muy grandes: siempre decía lo que pensaba, era capaz de aprender de todo y todos, daba más que pedía, veía la solución antes que el problema, sabía escuchar y también olvidar.

Qué suerte estos años viéndolo a menudo, aprendiendo nuestro lugar en esta sociedad y esta historia, descubriendo músicas y culturas, sintiendo su apoyo, aprendiendo de gestión, de arte, de grandeza de espíritu.

Mentiría si dijera que no había anticipado muchas veces este momento, porque siempre lo he sentido único, insustituible, irremplazable.

A los músicos, los artistas y a todo la gente de la cultura en Canarias se nos ha ido una figura paternal y cercana. Creó, liderando a nuestro grupo, en Promuscan un impulso a la creación musical canaria de efectos muy superiores al esfuerzo invertido.

Ojalá seamos capaces de recordar siempre esa fuente, y que siga alimentándonos, y que seamos capaces de ser, también nosotros, fuentes de futuro.

Daniel Roca Arencibia