Sábado 9 marzo 2013. ExpoMeloneras, 20.30 hs.

BRAHMS  Requiem Alemán (versión de Londres)

CORO DE LA ORQUESTA FILARMÓNICA DE GRAN CANARIA

Luis García Santana director

Maite Robaina soprano / Eric Torres barítono

Nauzet Mederos y José Javier Santana piano a cuatro manos

 

JOHANNES BRAHMS

RÉQUIEM ALEMÁN

(VERSIÓN DE LONDRES)

El Requiem Alemán de Johannes Brahms ocupa un lugar muy especial en la programación del mes de marzo de la Fundación OFGC. Será la ocasión de escuchar por primera vez en Canarias la magna composición, una de las cimas de la música coral, tanto en su redacción original para coro, solistas y orquesta, en el Concierto de abono 13 de la OFGC el día 22 en el Auditorio Alfredo Kraus, como en la adaptación realizada con posterioridad por el propio Brahms para coro, solistas y piano a cuatro manos, conocida habitualmente como “versión de Londres”.

Esta “Versión de Londres” del Réquiem alemán será la que ofrecerá en primicia el Coro de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria el sábado 9 de marzo a las 20.30 hs. en el Auditorio Las Tirajanas de ExpoMeloneras (Maspalomas).

Gracias a esta iniciativa conjunta de la Fundación OFGC con el Expo Winter Festival tendremos la oportunidad de disfrutar esta hermosa versión del Réquiem Alemán, que conserva plenamente el espíritu de la obra original y que, gracias a sus dimensiones más camerísticas, nos permite apreciar en todo su esplendor la belleza de la línea melódica y el equilibrio de la escritura coral del gran compositor.

El Coro de la OFGC estará dirigido por Luis García Santana. Les acompañará un magnífico elenco de solistas formado por la soprano Maite Robaina y el barítono Eric Torres. El piano a cuatro manos estará a cargo de Nauzet Mederos y José Javier Santana.

Una magnífica y enriquecedora experiencia musical que además de contribuir a la comprensión global de la creación de Brahms supondrá además un inmejorable prólogo a las celebraciones de la Semana Santa.

Las entradas, al precio de 20 y 25 €, pueden adquirirse a través del servicio entradas.com, y en ExpoMeloneras en horario de 9.00 a 17.00 hs (lunes a jueves) y viernes de 9.00 a 13.00 (viernes) y el día del concierto desde las 18.00 hs.

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Para una mejor comprensión de la obra, adjuntamos un texto de Luis García Santana, director de la “Versión de Londres” del Réquiem alemán en Expomeloneras:

ACERCA DE LA VERSIÓN LONDRES DELREQUIEM ALEMÁNDE JOHANNES BRAHMS

Después del definitivo estreno en Leipzig, en 1869, el Requiem alemán de Brahms empezó a tener un exitoso periplo por diversas ciudades europeas. Se convirtió así en la obra que más fama había dado al compositor hamburgués hasta este momento. Extraño hecho si pensamos que Brahms estaba en este período dedicado más a la música de cámara y en remedar su primer concierto para piano. Sin embargo la composición de esta especie de Requiem alemán, como él mismo llamaba, le acompañaba desde 1861, hasta que toma forma definitiva en la catedral de Bremen – aún sin el quinto movimiento – y en la sala de concierto de la Gewandhaus ya con ciertas correcciones metronómicas y el añadido del movimiento que más evoca la muerte de su madre. Esta dualidad religión-concierto añade una cierta fascinación a la maravillosamente emotiva música compuesta por Brahms. Por una parte la obra se basa en textos del Antiguo, Nuevo Testamento y en los Libros Apócrifos sin tomar una forma litúrgica definida, incluso el protestantismo de Brahms queda muy relegado en el plan literario de la obra. Por otra, el mensaje de consolación dirigido a los vivos tiene un sesgo profundamente humanista.

El interés por la obra llegó a la siempre a la moda Londres (recordemos los viajes de Haydn y Beethoven), curiosa de novedades, de la mano de Julius Stockhausen, barítono del estreno en Bremen. Él mismo dirigiría y cantaría la parte en el estreno del 10 de julio de 1871 en el salón de Sir y Lady Thompson en Wimpole Street. Para la ocasión el texto se cantó en inglés y el mismo Brahms realizó un arreglo a cuatro manos ante la falta de una orquesta. El interés de Brahms por hacer el arreglo se basaba en la idea de lograr la máxima difusión de la obra y, no menos importante, los 30 napoleones de oro que cobró por el trabajo, más de una cuarta parte de lo que recibió de su editor de la obra definitiva.  “ El infierno bajo mis pies…estoy dedicado a una noble ocupación, arreglar mi obra inmortal para que haga las delicias de las almas a cuatro manos” .

El trabajo era ímprobo, no obstante las reducciones para piano a fin de preparar el estudio de las obras solía ser encargado a anónimos músicos que trabajaban para los editores. Sin embargo es obvio que Brahms, creaba a través del piano y hoy se reconocen en el Requiem restos de una sonata para dos pianos de 1854 que luego se convertiría en parte de su primer concierto en re menor. Desde luego Brahms no hizo un mero trabajo de reducción. Hay una auténtica escritura pianística, conservando el espíritu de la obra indudablemente, es decir, no busca dar rotundidad a los forti de la orquesta, al contrario, busca un halo camerístico, con texturas livianas dando al secondo piano el subrayado melódico y dándole al primo la comprometida recreación sonora de los extremos de la tesitura.

La línea vocal se mantiene absolutamente fiel al original, así como la estructura de la obra y, tal como la oímos, si echamos en falta la confluencia de la extraordinaria escritura vocal con la sencilla, pero no severa, orquestación, el intimismo y exquisito equilibrio de la escritura vocal se realzan en la versión de Londres.

Así las fugas del nº 3 y nº 6 ganan en transparencia y efectividad dinámica, así como la fuerza emana básicamente del coro. Por otra parte los solistas asumen una línea en la que el espíritu del lied romántico está en su medio natural, es decir la voz y el piano, en un contacto más directo entre la palabra, la música y la expresión más pura, que es al fin y al cabo el gran éxito del Réquiem alemán.