El Auditorio de Tenerife Adán Martín acogerá del 3 al 7 de julio el musical Grease, un espectáculo que llenará de rock&roll el recinto capitalino. Las funciones fueron presentadas por el director insular de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, Cristóbal de la Rosa; la directora artística y coreográfica del musical, Coco Comín, y el gerente de Vértigo Tours, Gonzalo Pérez.

Grease es un musical para todos los públicos, cercano y auténtico, que provocará que vibren, canten y bailen, gracias a sus pegadizas canciones y a la energía que transmiten sus endiabladas coreografías y su rock&roll. Habrá siete funciones en Tenerife, con entradas que oscilan entre los 25 y los 50 euros. Así, el miércoles 3 de julio y jueves 4 se realizarán las funciones a las 20,30 horas, mientras que el viernes 5 y el sábado 6 habrá doble función: 18,00 y 22,00 horas. La última sesión tendrá lugar el domingo 7 de julio, a partir de las 18,00 horas.

Rueda de prensa de Grease

Las entradas se encuentran a la venta a través de los canales habituales: telefónicamente, en el 902 317 327, y en las taquillas del Auditorio (de 10 a 15 horas, de lunes a viernes, y de 10 a 14 horas los sábados) y a través de internet en www.auditoriodetenerife.com. Además, pueden adquirirse localidades a través de www.ticketmaster.es, en Carrefour y en las oficinas de Halcón Viajes. Grease es un musical de 1971 creado por Jim Jacobs y Warren Casey. El musical recibe su nombre de la subcultura de la juventud obrera de la década de los años 50 cuyos miembros eran conocidos como los “greasers”. El musical, ambientado en 1959 en el Rydell High School, sigue las peripecias de un grupo de adolescentes, que se mueven entre las complejidades del amor, los coches y las carreras. ¡Y todo aderezado con los sonidos del primerizo rock and roll!

 
En una fiesta y ante unas cervezas Jim Jacobs y Warren Casey fantaseaban sobre la posibilidad de crear un musical diferente, centrado en los días de oro del rock and roll. Poco después, Casey se quedó sin trabajo y dedicó su tiempo libre a escribir un borrador del libreto de GREASE. Poco podían imaginar que aquella idea aparentemente trivial se convertiría en uno de los mayores éxitos de todos los tiempos.

El secreto de Grease no está sólo en su fabulosa y pegadiza partitura, y en sus endiabladas coreografías. Lo que ha hecho que Grease perdure a lo largo de generaciones es su autenticidad, su retrato –a veces duro, con frecuencia “canalla”, pero siempre cercano- de un grupo de adolescentes enfrentados a las emociones más básicas y a los conflictos más elementales de todo adolescente. Cuando Jacobs y Casey decidieron homenajear en un musical al rockabilly y al mundo “greaser” lo tuvieron clarísimo: Los estudiantes de Rydell no son otros que la generación que había estudiado con ellos, eran “ellos mismos” en cierto modo. Conocían a los protagonistas “muy de cerca”, de ahí su autenticidad.

En 1979, la película protagonizada por Olivia Newton-John y John Travolta acabaron de darle a Grease su indudable sello de mito de los musicales. Grease se ha representado con enorme éxito en todos los rincones del mundo y en multitud de idiomas. Su constante reposición a lo largo y ancho del planeta responde al hecho de que su mero nombre es ya una garantía. Grease es, sin duda, la estrella de todas las carteleras donde aparece y su trayectoria está jalonada por millares de anécdotas.
Junto la creatividad y la fuerza de Coco Comin y del ritmo de Manu Guix, el público vibra, canta y baila hasta la extenuación con las actuaciones de Edurne y Diana Roig (Sandy) y Jordi Coll y Víctor Gómez (Danny Zuko) y el cuerpo de baile que les acompañan.