El Centro de Arte La Regenta de Las Palmas de Gran Canaria abrirá sus salas al homenaje que el artista Michael Somoroff realiza sobre el monumental trabajo fotográfico del retratista alemán, de los primeros años 20, August Sander. La muestra, bajo el título ‘Ausencia de Sujeto’, comisariada por Diana Edkins y Julian Sander, organizada por Admira, se podrá disfrutar desde el próximo viernes, 3 de mayo al 29 de junio.

Cartel La Ausencia del sujeto

Se trata de un trabajo ambicioso y complejo, compuesto por cuarenta fotografías y siete videos, además de otras cuarenta fotografías originales de August Sander, obras que revelan como un artista conceptual usa la imagen como un comunicador que contempla la relación entre fotografía y verdad.

La muestra representa una profunda y pasional meditación sobre la memoria, la imaginación, la resistencia humana y la creatividad, a cargo del fotógrafo Michael Somoroff quien, a través de su observación e interpretación, realiza una original modificación del trabajo de Sander, al borrar los sujetos y dejar el fondo de la imagen sólo, sacando a sus protagonistas originarios. De este modo, ‘Ausencia de Sujeto’ permite realizar una revisión de la obra de August Sander, al mostrar la riqueza de su intención. La revolución digital ha centrado la atención en todo su potencial para la manipulación. Somoroff ha sacado de la foto el elemento esencial, de forma que los fondos, antes considerados fragmentos secundarios, se convierten en los motivos principales, traducidos en imágenes que pertenecen al idioma «post moderno».

La exposición, es un ejemplo del «delicado equilibrio entre la alquimia y la investigación» apuntan sus comisarios. En sentido conceptual y humanístico, cada una de las imágenes de Somoroff demuestra el poder persuasivo y la estética de la obra de Sander, incluso cuando falta el sujeto humano.

Se trata de un tipo de fotografía al que el público no está acostumbrado, más relacionado con la idea de creatividad. En las imágenes confluyen casualidad y aprobación, y en ellas «Somoroff deja patente que el arte postmoderno no está dislocado, sino que es algo con raíces, tradición y continuidad», explican Diana Edkins y Julian Sander.

August Sander
August Sander es considerado el mejor fotógrafo retratista alemán de los primeros años 20. Su primer libro, la controvertida publicación sobre el retrato colectivo de la sociedad alemana, ‘Rostro de Nuestro Tiempo’, fue publicado en 1929, aunque fue ampliado con el trabajo al que Sander dedicó toda su vida, ‘Gente del Siglo XX’.

‘Rostro de Nuestro Tiempo’ contenía una selección de 60 retratos y pretendía mostrar un perfil representativo de la sociedad durante la República de Weimar. Sander, desde una posición política neutral, intentó crear un estudio fotográfico que incluyera todas las ocupaciones, profesiones y clases, que formaban la estructura social del país en los años después de la I Guerra Mundial.

La ambición de Sander era crear un retrato universal del género humano, un documental monumental. Sus retratos pretenden documentar, sistematizar y organizar tipos modernos de gente, con el fin de lograr una mejor comprensión de los cambios en aspectos como clase, raza, profesión, etnicidad y otras construcciones de identidad.

Michael Somoroff
Michael Somoroff, el hijo del eminente fotógrafo Ben Somoroff, nació en Nueva York en 1957; estudió Arte y Fotografía en el New School for Social Research y también aprendió ayudando a su padre en el interior de su estudio, en el exterior y en la cámara oscura.

En 1978, con 21 años, abrió su propio estudio y poco después empezó a trabajar para prestigiosas revistas en Estados Unidos y Europa. En octubre de 1979 tuvo lugar su primera exposición en el Centro Internacional de Fotografía de la ciudad de Nueva York, bajo la supervisión personal de Cornell Capa.

En 1980, Somoroff se trasladó a Europa y trabajó en Londres, París, Milán y Hamburgo. Justo después de su llegada a Europa, se convirtió en un destacado fotógrafo por méritos propios y pasó a ser un colaborador habitual de prestigiosas revistas a ambos lados del Atlántico como Vogue, Harper’s Bazaar, Stern y Life.

Desde que regresó a Nueva York a finales de los años 80, Somoroff se ha dedicado en profundidad a la investigación y a su producción artística. Su dedicación a la reforma social a través de la promoción de las artes es la piedra angular de sus actividades. Además, su obra está presente en muchas e importantes colecciones de arte repartidas por todo el mundo, entre las que se incluyen el Museo de Arte Moderno de Nueva York; el Museo de Bellas Artes de Houston (Texas); y la Smithsonian Institution de Washington.