Hoy viernes, 10 de mayo, a partir de las 23.00 horas, cuatro mujeres se apoderarán de distintas plazas y enclaves urbanos del barrio histórico de Vegueta, para demostrar la capacidad de influjo y deleite erótico que puede tener la palabra. Coincidiendo con una nueva edición de la iniciativa ‘Good Night Triana’, la Biblioteca Insular del Cabildo grancanario propone, por octavo año consecutivo, un itinerario de cuentos eróticos por Vegueta en el que tomarán parte las narradoras canarias María Buenadicha, Begoña Perera y Zaida Rivero, así como la colombiana Amalia Lú Posso.

Cuentos Eróticos por VeguetaEl recorrido se iniciará en la Plaza de las Ranas, a las puertas del centro bibliotecario gestionado por la Consejería de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos que dirige Larry Álvarez, para concluir en la ermita de San Antonio Abad, ya entrada la madrugada. Para mitigar tanta voluptuosidad y hedonismo literario, la maratón de historias eróticas estará acompañada por una banda dixieland que irá templando los ánimos que vaya imponiendo la noche.

Los cuentos eróticos nos hablan del deleite de los sentidos e intentarán seducir al público para que entren en el juego de la escucha. La escucha de los placeres puestos al servicio de la palabra. La narración oral es siempre un arte sensual: el uso de la palabra para embaucar al oyente y estimular su curiosidad y atención. Cuentos e historias que apelan a la sensualidad, literatura que provoca la excitación, palabras que susurran sobre la piel del cuello el deseo…

INGREDIENTES DEL CUENTO ERÓTICO

María Buenadicha iniciará el recorrido junto a Zaida Rivero y Begoña Perera en la Plaza de las Ranas contando el cuento titulado ‘El pez frío’, un relato japonés del siglo XI que encontró en ‘Afrodita’, un libro de Isabel Allende en el que la autora chilena recopila cuentos, poemas, recetas de cocina y saberes populares sobre el erotismo. Según la cuentista canaria, un cuento erótico debe poseer alma erótica, “eso que despierta en el ser humano sentimientos ya vividos por otros, y que perduran en el tiempo, que van desde la risa y la picardía hasta lo más sensitivo y puro de la poesía y del erotismo”. Buenadicha cree que “algo muy valioso en la literatura erótica es que gran parte de ella tiene también un carácter revolucionario y transformador, porque trata también de romper tabúes y normas, que a veces la sociedad nos impone”.

Begoña Perera se niega a desvelar su hoja de ruta, aunque adelanta que para abrir boca contará un cuento muy frutal y fresco de la escritora mexicana Ángela Mastretta. Para la narradora, los ingredientes que no deben faltar en un cuento erótico son “ritmo, descripciones muy cuidadas, sugerencias, complicidad, amores, juegos, pasiones, encuentros y desencuentros”, entre otros elementos. Según Perera, “en esta sociedad tan tecnológica, la palabra se hace más necesaria que nunca. Debemos darle el protagonismo que se merece, ya que a veces se pierde junto a ella, el desarrollo de otras sensaciones”.

Zaida Rivero también participará en el inicio del recorrido con varios cuentos, aunque destaca el poder del titulado ‘Santos remedios’. Para Rivero, la picardía “entendida como doble lenguaje o la insinuación, además de la trasgresión, que permite salirse de los cauces, concebir un mundo de diferentes relaciones con gran variedad de matices”, serían los condimentos apropiados para que un cuento erótico tenga éxito. “Creo que en un cuento erótico y en cualquier cuento, lo primero que debe operar con eficacia es la capacidad de la palabra para activar, el imaginario, ya que éste va a constituirse en gran parte por las imágenes que el narrador con sus palabras es capaz de crear y pintar en el mundo imaginativo del que escucha”.

AMALIA LÚ POSSO. La narradora colombiana recoge la tradición oral de su región natal, el Chocó colombiano, en el Pacífico Negro, para dar cauce a una escritura erótica e imaginativa. Una buena parte de sus relatos están recogidos en su libro ‘Vea ve mis nanas negras’. Posso intervendrá contando sus historias en la Plaza Francisco María de León (a las 23.15 horas), en la Plaza del Espíritu Santo (a las 23.45 horas) y cerrando esta octava edición en la Ermita de San Antonio Abad (a las 00.15 horas). Los cuentos de Posso Figueroa están llenos de labios, deseos, pubis selváticos y negras orondas que desequilibran el norte de las miradas.

Con su espectáculo ‘Cuentos eróticos del Pacífico colombiano’, esta profesora, catedrática en la Pontificia Bolivariana de Medellín, la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la de Los Andes, en Bogotá, ha subido a escenarios de Colombia, España, Francia, Venezuela, Argentina, México y Brasil. La editorial canaria especializada en literatura infantil y juvenil Diego Pun Ediciones editó ‘Betsabelina Ananse Docordó’, un cuento firmado por la escritora y cuentista colombiana que ilustra la artista canaria Patricia Delgado de la Rosa.

En la tradición literaria hispana existe una jugosa corriente de erotismo que ha sido injustamente silenciada. Desde el Arcipreste de Hita hasta José Ángel Valente, pasando por Francisco de Quevedo, Félix María de Samaniego, Rubén Darío, Ramón de Campoamor, Pablo Neruda o Federico García Lorca, ningún poeta o escritor de talla ha dejado de cultivar este tipo de literatura, que no es un subgénero, sino una consecuencia directa de la libertad de espíritu.
Desde que el Cabildo grancanario, a través de su Biblioteca Insular, puso en marcha este circuito de cuentos eróticos por los rincones de Vegueta hace siete años, el éxito de público no ha cesado de crecer. El año pasado casi un millar de personas participaron en esta singular propuesta que se dota de una modesta infraestructura escénica (apenas un foco de luz y un micro para que los narradores puedan amplificar sus palabras), con la que es posible vivir y disfrutar también el casco histórico de la ciudad de otra manera. Cuentistas y cuentos, en definitiva, para todos los gustos y libidos; cuentos, en definitiva, para cada experiencia interior y la manera particular que cada uno tiene de conjugar el deseo.