Filmoteca Canaria ofrece esta semana la segunda sesión del ciclo dedicado al cineasta norteamericano Don Siegel (1912-1991), con la proyección de ‘El carnaval de la muerte’. Un filme de 1964 que el público podrá ver mañana martes, 19 de noviembre, a las 20.30 horas, en el capitalino Teatro Guiniguada, como siempre, en versión original en inglés subtitulada al español.
Con un guión basado en la novela ‘Persecución en la noche’, de Dorothy B. Hugues, la acción se sitúa en Nueva Orleans, durante el Mardi Gras, el conocido carnaval de la ciudad. Allí un pistolero se propone vengar la muerte de un amigo que cree que ha sido asesinado. Conoce a Lois Seeger, una bella mujer de la que se encapricha, lo que provoca un peligroso conflicto con su marido.
La película, protagonizada por Robert Culp, Edmon O’Brien y Vera Miles, es una compleja trama que sirvió para que este telefilme emitido por la NBC en 1964 se exhibiera en algunos países en salas de cine. Don Siegel ya había rodado ‘The Killers’ (‘Código del hampa’) para televisión, pero por su violencia se estrenó también en los cines.
El ciclo dedicado a Don Siegel continuará en el Guiniguada con otras dos sesiones en diciembre: el día 3 (‘Código del hampa’, 1964); y culminará el 17 con ‘El seductor’ (1971). El precio de la entrada a estas sesiones es de 2 euros y 1 euro para estudiantes y jubilados.
Ficha técnico-artística
Titulo original: The Hanged Man País: Estados Unidos Dirección: Don Siegel Guión: Jack Laird y Stanford Whitmore, basado en la novela Ride the Pink Horse (Persecusión en la noche) de Dorothy B. Hughes Fotografía: Bud Thackery Música: Benny Carter, Stanley Wilson Intérpretes: Robert Culp, Edmond O’Brien, Vera Miles, Norman Fell, Brenda Scott Duración: 87 minutos Color VOSE
El cineasta
Don Siegel logró con sus películas trascender las limitaciones de la serie B y aportar títulos muy significativos a diferentes géneros, como la ciencia-ficción (La invasión de los ladrones de cuerpos), el cine negro (Código del hampa) o el western (El seductor). No sólo ejerció una gran influencia sobre el cine de género, aportando un punto de vista inconformista y revitalizador a lo largo de más de treinta años, sino que también impulsó la carrera de Clint Eastwood como director: «Él me animó a que dirigiera y yo le animé a ser actor… Yo creo que si hay algo que verdaderamente aprendí de Don Siegel es a saber lo que quieres rodar y a saber qué estás viendo cuando lo ves; y eso es algo que no he visto muchas veces en todos estos años». Así recordó Eastwood el magisterio de Siegel, para quien trabajó como actor en cinco ocasiones que le sirvieron para conocer, y posteriormente desarrollar en sus propias películas, su inconfundible estilo, un estilo directo, siempre centrado en la esencia del relato y con un ritmo enérgico e impactante. Siegel fue un artesano muy consciente de su papel en la historia del cine americano, un profesional que se permitió mostrar en imágenes, cuya capacidad de sugestión crece en cada nueva visión, lo que gran parte de las películas de su época obviaba sistemáticamente.