EFE.- El humorista Manolo Vieira ha defendido hoy la profesionalidad de su trabajo frente a la proliferación de aficionados en programas de risa que abundan en las televisiones en España, en los que, «ahora, cualquiera cuenta unos chistes», desvirtuando el oficio, en su opinión.
«Mucha gente me dice: ‘Yo tengo un amigo que se toma cuatro copas y está horas contando chistes’. Y yo les digo: ‘Pues dile que no se tome las cuatro copas y se suba a un escenario'», ha dicho Vieira, que ha criticado que cambien a humoristas por aficionados y ha dicho que esa práctica, extendida años atrás al multiplicarse las cadenas televisivas, determinó que él se alejara de la pequeña pantalla.
Este hecho no impedirá que, como ya ha hecho en otras ocasiones con motivo de las fiestas navideñas, se vuelva a colar en los hogares isleños a través de la tele esta Nochevieja, en un programa que grabará de un nuevo espectáculo que estrenará esta semana en el Teatro Cuyás de su ciudad natal, Las Palmas de Gran Canaria, bajo el título «Ta y cuá, pun pun, esto y lo otro».
Tras ese nombre se ha preparado «un espectáculo totalmente nuevo», diferente a otros anteriores, no solo por incluir chistes inventados para la ocasión o no contados antes, sino hasta nuevas facetas artísticas suyas, según ha avanzado el propio Manolo Vieira al presentarlo en rueda de prensa.
«Me voy a atrever incluso a hacer cosas que nunca me he atrevido a hacer», ha anticipado el humorista, que ha rechazado dar detalles sobre esas novedades para no desvelar sus «sorpresas», aunque sí ha estado dispuesto a adelantar que «tiene que ver con la música».
Ha precisado, en todo caso, que no tiene previsto cantar, como ya llegó a hacer un tiempo atrás.
«Yo ya saqué un disco cantando y casi me matan mis aficionados», con lo cual «prometí que no volvía a cantar nunca más», ha explicado con su habitual tono irónico.
No obstante, ha matizado que opina que las personas creativas deben arriesgarse a diversificar su trabajo.
Ya que, «en el arte, a veces somos nosotros mismos los que nos ponemos nuestros propios límites, y hay que abrirse y evolucionar», ha declarado.
De todos modos, Manolo Vieira ha dejado claro que su oficio va a seguir siendo el de humorista y que está convencido de que siempre podrá seguir ideando bromas nuevas porque, para él, «el argumento no se va a agotar nunca», ya que son numerosas las personas, públicas o no, que «le ponen en bandeja» la oportunidad de hacer un chiste con actuaciones absurdas o comentarios risibles involuntarios.
Algo que sucedió, por ejemplo, un día que, viendo un informativo en la tele, el presentador comentaba un suceso consistente en un incendio declarado en un cámping nudista y señaló que las personas que se encontraban en él «tuvieron que salir con lo puesto» mientras en las imágenes que acompañaban a la noticia se veía como corrían desnudas, precisamente sin nada puesto, según ha rememorado.
Además, el artista ha considerado que la gente seguirá siempre necesitando cosas que muevan a la risa y, en especial, en momentos de dificultades como las motivadas por la crisis económica actual.
Y prueba de ello es, según ha subrayado, el hecho de que las entradas para la presentación de su nuevo espectáculo se han vendido rápidamente pese a esa crisis.
Hasta el punto de que las funciones programadas en el Cuyás, donde estará el jueves y el viernes, se han tenido que ampliar pasando de dos a tres, forzándole a hacer un doblete el primero de esos días, ha recalcado el máximo responsable del teatro, Larry Álvarez, coordinador de Cultura del Cabildo de Gran Canaria.
Vieira ha valorado esta circunstancia afirmando, con sorna: «De eso se trata, de que el dinero fluya, se mueva, antes de que lo coja Bárcenas».