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SONETO A NICE

No te quejes, oh Nice, de tu estado
Porque te llamen puta a boca llena,
Pues puta ha sido mucha gente buena
Y millones de putas han reinado.
Dido fue puta de un audaz soldado,
A ser puta Cleopatra se condena,
Y el nombre lucrecial, que tanto suena ,
No es tan honesto como se ha pensado.
Que fue de los carajos centinela,
Entre más de dos mil murió orgullosa;
Y pues ya lo dan todas sin cautela,
Haz tú lo mismo, Nice vergonzosa,
Que esto de honra y virgo es bagatela.
Samaniego

El vocablo de puta, en el sentido de prostituta tiene su origen en las fiestas en honor a la semidiosa romana Puta, diosa menor de la agricultura quien presidía la poda de los árboles= putare.

Comenzó siendo una ceremonia sagrada de solicitud de embarazo. Y el séquito de Dionisio compuesto por ménades y sátiros, cobrando sus honorarios, incitaba a los invitados a azotar a las mujeres que podaban los árboles con las mismas ramas, a participar del gozo, de orgías sexuales. Las sacerdotisas finalmente terminaban celebrando una bacanal, ejerciendo la prostitución sagrada en su honor, así el nombre de la Diosa Puta, comenzó a ser vinculada al dinero y al sexo. Y la costumbre se expandió por toda Grecia y fue adoptada por los romanos que hablaban latín.

Asimismo, dada la juventud de las participantes, la palabra italiana putta significó muchacha. Por lo que la semidiosa Puta comenzó a ser vinculada con las orgías sexuales y el dinero. Por lo que no es una casualidad que se les llame rameras o putas.

Hay un proverbio popular que dice:
Mujer que menea el anca
O es puta o es manca.

Otro refrán campesino del siglo XVII:
“En su cama es una bella mujer, en cama ajena es una puta”
“En la Virgen y en el pez la mitad lo mejor es”
“Toma al buey por los cuernos, al hombre por la palabra y a la mujer por la falda”

Quevedo las llamaba “hermanitas de pecar” es decir mujeres de la vida alegre, bayaderas, cucas, bergantes, baratas o estrechas, palomas torcaces, brujas, izas, perras, pupilas, rabizas, carreristas, cartagas, colipoterras, copetineras, golfas, pájaras, patinadoras. En Bolivia pelandruscas, fulanas, furcias, maturrangas, azafata, colmas, daifa, hetaira, labara, lechuza, meretriz, pendón, perdida, pingo, portuguesa, putanga, ramera, retozona. En Méjico, gacelas perdidas, topa, tica, zorra, alajuelas, carreristas, aves nocturnas, tías Marías, marcolfa, guarichas, mesalinas, ovejas, coima, mantenidas, pampairunas, trompeteras, trotonas, robonas, pupilas, traviatas, china. En Venezuela charolas, cortesanas, pisonas, prostitutas, troperas, juanas, trolas, turras, zaranas, ganado bravo…

Así que una vez visto este largo recorrido, es mejor seguir el consejo del escritor Mauro Gago:
“nunca llames ‘puta’ a una mujer… mejor decile ‘diosa’…”

 

Foto de Rosario Valcárcel

Rosario Valcárcel

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