El presidente de Real Academia de Gastronomía de España (RAGE), Rafael Ansón, ha defendido hoy que la cocina canaria es todo un «sol naciente» en el mundo de los fogones, una cocina singular y con carácter, a la que solo falta que su gente crea en ella, porque «no es buena, es buenísima».

Puchero canario

Puchero canario

Asón se ha pronunciado en estos términos durante la entrega de los distintivos de Guía Repsol a los 21 restaurantes de Canarias que se incluyen en su edición de 2014, entre ellos, el primero que alcanza en las islas la máxima categoría (tres soles): «La Terraza», del guipuzcoano José Rojano, en Las Palmas de Gran Canaria.

El acto -organizado por la RAGE, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y las Academias de Gastronomía de Gran Canaria y de Tenerife- ha servido además para presentar las credenciales de las Islas Canarias como destino gastronómico y para promocionar las excelencias de su restauración y tradición culinaria.

La Guía Repsol de 2014 incluye además cuatro restaurantes en Canarias con dos soles: «Deliciosa Marta», en Las Palmas de Gran Canaria; «Bamira», en la Playa del Águila (Gran Canaria); y «M.B.» y «Abama Kabuki», ambos en Guía de Isora (Tenerife).

Los otros 16 restaurantes canarios incluidos en la guía de este año, con un sol, se reparten entre Gran Canaria (seis: «Casa de Galicia», «Thomas Algo», «Los Guayres», «Maspalomas Golf», «Montsemar» y «Moorea»), Tenerife (seis: «El Rincón de Juan Carlos», «El Templete», «Las Aguas», «Lucas Maes», «Pancho» y «Kazan»), Lanzarote (tres: «Aguaviva», «Amura» y «La Tegala de Germán Blanco») y Fuerteventura («Fabiola»).

El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, ha señalado la importancia de la gastronomía como motor turístico y ha destacado las fortalezas de la ciudad para promocionarse como una de las grandes capitales gastronómicas del Atlántico.

En este sentido, Cardona ha recordado cómo el binomio turismo-gastronomía se ha convertido en una de las más sólidas motivaciones para los viajeros del siglo XXI.

Por su parte, Rafael Ansón ha destacado la oferta global del archipiélago, sobre todo en materia prima -«es lo más importante»-, de forma que se puede tomar «los mejores vinos, quesos o papas, lo mejor de cada sitio».

«Luego habrá las diferencias que hay, como ocurre en Andalucía o Cataluña, pero hay una dieta canaria que tiene la oferta más singular de Europa, porque es la única de Atlántico abierto, de subtrópico», ha agregado.

El presidente de la Real Academia de Gastronomía cree que hace falta que Canarias «se lo crea», porque su gente «cree que su comida no es buena y eso no es verdad, es buenísima».

«La cocina canaria la puede hacer una persona no nacida en las islas, pero, cuando estoy aquí, sé que no estoy en Tokio o Estocolmo, mientras que en la mayoría de los restaurantes de los cocineros estrella no sé dónde como», ha subrayado Ansón, quien ha agregado que en Canarias el producto «es muy natural y se inspira en las tradiciones».

Por su parte, el chef José Rojano, de «La Terraza» del Hotel Santa Catalina, ha apuntado que lucir tres soles en su restaurante es un motivo para intentar superarse, ya que la guía nacional es «la más leída y la que más vende».

«Los tres soles es una satisfacción para trabajar más y hacer las cosas mucho mejor. Es una responsabilidad ser el primero, pero hay que mantenerlo», ha apuntado Rojano, que ha añadido que su cocina es «muy sencilla, una puesta en escena muy actual con sabores tradicionales, un clásico moderno».

En su opinión, los soles pueden servir para motivar a la gente, para recordar que en Canarias «no solo hay hoteles de todo incluido, sino también restaurantes que están haciendo cosas diferentes con el producto local y tratando llevar la cocina canaria mucho más allá».

El también guipuzcoano Erlanstz Gorstiza, responsable de «M.B.» en el Hotel Abama, ha dicho que es «un mito» que la cocina canaria no es elaborada, ya que hay muchos platos que tienen una gran elaboración y que se han pasado de madres a hijos, de abuelas a madres.

«Para recibir un sol hay que trabajar mucho y tener un poco de suerte, como para todo en la vida, pero el trabajo es lo más importante», ha resaltado este cocinero, el único de Canarias que ostenta dos estrellas en la guía Michelín.

El cocinero tinerfeño Daniel Franco, del «Abama Kabuki», que también luce una estrella Michelín, ha reconocido que está satisfecho con los dos soles Repsol que defiende desde hace dos años y que mantiene como un «orgullo» para él y todo su equipo.

«El que haya buenos restaurantes y cocinas es importante para todos para seguir trabajando, para colocar a Canarias en el mapa. Conseguir un sol en Canarias es difícil, pero es verdad que la guía ha estado un poco olvidada aquí por temas de regularidad», ha destacado.

Para Franco, el reconocimiento es un maratón, «no una carrera corta», es el trabajo de muchos años y una recompensa por hacer «las cosas bien y diferente, para que la gente se fije en ti, da igual qué tipo de cocina haces, ya sea española, canaria, mexicana o japonesa».