Pancho Guerra_el quijote_wide

Algunos personajes se suponen bien conocidos por la población en general, aunque su legado precisa ser reactivado en las nuevas generaciones, habituales depositarias de la amnesia histórica tan habitual por estos lares isleños.

Uno de ellos es Francisco Guerra Navarro, que firmó toda su obra como Pancho Guerra. Nacido en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) en 1909, trabajó como periodista antes y después de la guerra civil en el Diario de Las Palmas. En 1947 se traslada a Madrid para formar parte del rotativo Informaciones. En la capital madrileña le sorprendió la muerte a la temprana edad de 52 años, tras haber dejado un legado literario en el que los elementos más característicos son el humor y la dialectología isleña. También compuso canciones, la más popular de la cuales es -sin duda- Somos Costeros.

Definido por Carmen Laforet como el Quijote Canario, su obra más significativa es el conjunto de relatos conocidos como Cuentos de Pepe Monagas, publicados semanalmente en el Diario de Las Palmas y recopilados en forma de libro en 1948, con reediciones posteriores. En el personaje de Monagas se inspiró el gran humorista José Castellano para dar forma a un arquetipo de campesino canario, socarrón, ingenioso y hábil en el uso del chascarrillo irónico y del doble sentido. Un recurso -el del humor- muy necesario como válvula de escape en una época muy difícil para Canarias.

En estos días se ha presentado un interesante proyecto que intenta dar continuidad y refresco a la obra de Pancho Guerra en los más jóvenes. Impulsado por el ayuntamiento de su pueblo natal, es una propuesta didáctica para centros educativos. Esperamos que se amplíe al resto de las islas y sirva para recuperar esa parte de nuestra personalidad que usa el humor como recurso vital. Buena falta que nos hace.

 

*Imagen: Collage del gif animado del C.E.O Pancho Guerra