Autor: Raquel Ramos
Que en pleno auge de las nuevas tecnologías, un director de cine, Jean-Pierre Jeunet, se atreva a conducir a los espectadores, a una casa en mitad de la nada del estado norteamericano de Montana, donde la única vía de comunicación con el exterior, se encuentra en forma de teléfono fijo y un tren de mercancías, con los horarios propios que los servicios de atención primaria de un centro de salud, nos ofrecen los fines de semana a los ciudadanos de una ciudad cualquiera; especialmente pretender ubicar a niños y adolescentes de asfalto y smartphone, en ese escenario, es ya, cuanto menos, todo un reto.
El protagonista de la historia es el pequeño de una familia compuesta por cuatro miembros, cuyo nombre, de entrada, ya no deja indiferente, T.S. Spivet, como tampoco pasa inadvertida su madre, dedicada al particular oficio de dar nombre propio y clasificar, a toda clase de insectos que vuelan a los alrededores de su hogar, su hermana, que sueña con convertirse en Miss América, gracias a la pequeña pantalla instalada en el salón, y un padre, que se niega a soñar más allá de sus labores de campo y de granja, lo que se diría un cowboy de la América profunda.
La primera vez que escuchas hablar a T.S. Spivet, te das cuenta de que ese niño, frágil y pequeñito, de diez años de edad, no es un niño de diez años corriente, sino un niño de diez años diferente, cualidad en la que te reafirmas, a medida que nos presenta a qué dedica su tiempo, esto es, a la cartografía e inventos útiles para el desarrollo de la humanidad. T.S. Spivet no es consciente de lo grande que es hasta que, tras publicar sus descubrimientos en publicaciones varias, a escondidas de su familia, recibe una llamada telefónica donde le comunican que quieren conocerlo personalmente; a partir de ahí, comienza la aventura de trasladarse, solito, y usando como medio de transporte el tren de mercancías que pasa por su casa, para dirigirse a la gran ciudad donde le esperan eminentes personalidades del panorama científico internacional, a quienes debe explicar sus conocimientos.
Una travesía muy bien contada, cuidando con esmero cada detalle, incluso aquellos que a ojos de muchos pudiesen resultar insignificantes, para que la narración, como si de un cuento se tratase, resulte perfecta. «El extraordinario viaje de T.S. Spivet», es un viaje extraordinario en sí mismo, que no sólo cuenta los kilómetros, sino los sentimientos y los miedos, los sueños y las inquietudes de un niño que, aunque dueño de una inteligencia superior a la media de sus compañeros de pupitre, siente, sufre y padece como todos los seres humanos, desmitificando así la idea de niño prodigio al que el resto de los mortales, tendemos a considerar como de otra especie diferente.
¿Nos subimos al tren de mercancías?…
Tráiler Oficial en español – El extraordinario viaje de T.S. Spivet
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