Los diseñadores Marco y María fueron elegidos como una de las 25 firmas más representativas y acudieron con el vestido que confeccionaron con un paracaídas

Los diseñadores Marco y María, de la firma M&M perteneciente al colectivo Tenerife Moda del Cabildo, participaron recientemente en el desfile conmemorativo del 25 aniversario de Barcelona Bridal Week, la feria de la moda nupcial, que tuvo lugar en el Palacio Real de Pedralbes. Fueron seleccionados junto a otros 24 diseñadores o firmas, y subieron a la pasarela un vestido que confeccionaron a partir de un paracaídas y que tiene bordados más de 500 cristales de Swarovski.

Tenerife Moda participó en el 25 aniversario de la feria, Barcelona Bridal Week

 

En esta celebración, cuyo plato fuerte fue el desfile, participaron 25 vestidos de los 25 diseñadores o firmas más representativas que han formado parte del recorrido de esta pasarela a lo largo de los años. Entre los elegidos se encontraban Rosa Clará, Cristina Tamborero, Demetrios, Natalie Capell, Miquel Suay, Devota & Lomba, Jesús Peiró, YolanCris, Maria Lluïsa Rabell, Isabel Sanchis, Immaculada García, Novia d’Art, Isabel Zapardiez, Jordi Dalmau, Oronovias, Matilde Cano, Marco&María, Pepe Botella, Patricia Avendaño, Sonia Peña, Raimon Bundó, Fuentecapala, Teresa Ripoll, Houghton y Pronovias.

Cabe recordar que con este vestido, Marco y María rindieron homenaje a los trajes de novia en los que muchas mujeres, dada la escasez del momento, convertían las telas rescatadas de la playa, y también a la ciudad de París, donde en el año 1797 tuvo lugar el primer salto en paracaídas de la historia. Así, en su elaboración emplearon tres meses y contaron con la colaboración de todo su taller: unas ocho personas. Todo fue hecho a mano y respetando las costuras del paracaídas.

Cabe destacar que para esta ocasión, para embellecer la prenda, se han bordado en su parte delantera, y de forma totalmente artesanal, más de 500 cristales de Swarovski. Este proceso requirió un mes de trabajo.

La historia de este vestido se remonta al año 1939, cuando en plena II Guerra Mundial, un niño de 8 años llamado Tom Davies que vivía en un pueblo costero al sur de Gales llamado Borth recogía de la playa un paracaídas de la Royal Air Force. Esta era una práctica habitual en esa época, ya que la seda en la que estaban confeccionados entonces los paracaídas era muy apreciada por los lugareños, que a pesar de la prohibición impuesta por la policía que les obligaba a devolverlos, la utilizaban para hacer prendas interiores, camisas, e incluso para enviar mapas y mensajes

La familia de Tom utilizó la seda para confeccionar el traje de bautismo de su hermana pequeña y la tela restante se guardó. Años más tarde, este niño se casaría con una canaria, tía abuela de una prima de los diseñadores, quien después de conservarla durante años sin saber muy bien el valor que tenía, se la regaló a ellos quienes la conservaron durante mucho tiempo a la espera de que se presentase una ocasión especial.

Y esta ocasión se dio con la World Fashion Week (WFW), celebrado a finales del pasado año, que es un evento anual de renombre internacional, que promueve las industrias nacionales de la moda en todo el mundo, proporcionando un foro para la exposición y el reconocimiento, donde los líderes de la moda y diseñadores emergentes de más de 100 naciones participaron en un escaparate de la moda y el comercio mundiales, contribuyendo al crecimiento y desarrollo armónico de la industria mundial de la moda, aprovechando y apoyando su mantenimiento de una forma justa y sostenible